sábado, 4 de enero de 2014

Ursula Podestá presentó su libro: Silbo de mundo - FIL Arequipa 2013

Orlando Bedoya: poemario "Voces S.O.S" y, "El poeta y la niña de asfalto"

Voces / S.O.S (anexo previo)
de Orlando V. Bedoya Pineda
Título: Voces / S.O.S. (anexo previo).
Autor: Orlando V. Bedoya Pineda.
Editorial: Ambedue.
Ciudad: Arequipa.
Año de publicación: 2011. 
Género: Poesía.
Medidas: 20,25 x 14,4 cm.
Encuadernado: Engrampado.
Nº de páginas: 28.



                                                                         ¿Y el poeta, ahora?              Quién/ qué

I
EL PROFETA


1

"Tratando de llorar a escondidas
bajo el árbol de la noche
sobre la cabellera enmarañada del horizonte
la infancia se ahoga en este país
inválido. Y sin saber de lenguaje
trabajé recibiendo la mentira
como oculto gemido. Arropado de abandono y promesas
dormir
            sin lengua / sin quejas
            soñando
                            sin poder gritarte: misión" (Bedoya Pineda, 2011, p. 7 ). 

2

"¿Dónde el trapo de la voluntad quedó?
¿el optimismo majadero?
¿la fortuna de la inocencia?
¿el error que no tiene atadura ni peso?

Vienen más rejas
                            y otras adjetivamente cobardes" (Bedoya Pineda, 2011, p. 8).


4

“Bajo el ruido tosco de lo eterno, resoplo zarandeando los pueblos. Poesía, no pude esperar tu sobriedad y bajo el pecado de sentirme vivo, me hice esclavo: coleccionista de lápidas, insecto. Mi canto nublado como los acantilados” (Bedoya Pineda, 2011, p. 8).


8

"También vengo del humo
y puedes dilapidarme como la tarde

Como tú de esta ciudad estoy enamorado
de las plazas cojas que se burlan de mi parábola despellejada" (Bedoya Pineda, 2011, p. 9).



10

“Tú eres mi existencia
luz para salir por tu mirada

no sólo palabras

mosca

que anida en el cristal de las braguetas

ventana prohibida
donde gritan todas las madres

Mírame,

Eres por lo que he venido a estas tierras” (Bedoya Pineda, 2011, p. 10).





FALSO PROFETA

                                                                                                                ¿Eres tú?
                                            ¿aquí, en este pantanoso ir y sentir de las promesas?

1

"Más allá del todo
he venido
tejido
de nombre como astilla en la garganta
y descuajando las nubes como hernias sobre los hombres

Más allá de mí
                        soy vacío        vientre de cielo
boca de nube seca / seca lengua de laguna
(destajado muñeco de Poesía)
risa que no ríe
dolor que no duele
trueno desconocido que besa la piel de esta vida" (Bedoya Pineda, 2011, p. 11).


3

"Los desolados ansiosos me acarician
odiosos y toscos como la tristeza
no importa lo que diga, soy su vino en la madrugada
eclosión de familia
                                escupitajo de ciudad
                                jijuna
                                ofendido y enredado
no importa lo que diga, soy quien zurce sus vértebras
este es mi pueblo
oración de su mal presagio
                                                oración
de mis discípulos benditos, soy su estandarte" (Bedoya Pineda, 2011, p. 12).


4

“Libertad,
nadie debe introducirte al conducto del cosmos
ni rebajarte ante las palabras
la vida debe ser mordida sin tregua
¿por qué seguir la historia que no es mía?
¿por qué ser el yo el adjetivo f a l s o?
hay que borrar la arbitrariedad de los signos celestiales,
mis hijos deben tragarse a la nada y al vacío:
morir sin morir / nacer sin nacer
lejos del no sé qué,
semejantes a bestias de vidrio no seremos / ¡Klash!
Poesía,
¿cómo no dolerme de tu ausencia en mi desnudés?
¿cómo vendrías a reivindicarme?
¿cómo puedo cambiar mi estigma?
(si sé que también llevo tu serial que me enlata como misión)” (Bedoya Pineda, 2011, p. 12).



LOS CIUDADANOS

1

“¿Cómo saber de la vida?, es asterisco. Sombra terca que empuja como melancolía. Como lagarto que rebusca nuestro sexo, como soledad.
Nuestra moral tose-tose a pulmón que desayuna humo, almuerza humo, cena humo; somos tráfico. A la moral la matamos como se matan a los gatos, metiéndola en una bolsa y lanzándola al río.
El miedo es el refugio de los malcriados amigos, de guitarra rota, de niñas, textos, monedas, fe; y, de macetas lanzadas desde los balcones a nuestras bocas. Somos plaga, y vómito lloroso-neurótico-histérico. Plaga de metálica lluvia social y de apestosas normas. Y porque el lamento nos puede sorprender en el pecho, jamás nos lamentaremos de la ciudad aunque las arañas trepen nuestros rostros y nuestras vidas sean llanto momificado” (Bedoya Pineda, 2011, p. 15).



II
EXISTENCIALISMO DE POETIKÉ
(entrevista crónica)


Poeta e-04.

“Descubrimos que la vivencia envenena, limita y atora
La calle, hígado que sabe
que nosotros rezamos para que nadie se salga de su camino
sabe de la ciudad que nos trata mal
¿Qué quieren de nosotros?
¿Dónde está el ónix, el limbo de cíclopes
enroscados entre serpientes del recuerdo?
Sólo queda un mal trago de país / apu de sombra
                               reproche y búho enloquecido
No somos héroes surrealistas
Ni románticos de vapor crudo
No llevamos como tatuaje en los genitales la palabra Poeta
No disfraz
¿Qué somos?
reencarnación de Poesía
y pecas secas que cargamos en la espalda por la lluvia citadina
El público son palmas. Nunca entenderán nada
(Tenemos que ir al hogar para no preocupar a mamá)” (Bedoya Pineda, 2011, p. 18).



Poeta g-06.

“A los iluminados se les presentó el espíritu del amor
¿qué buscan?, les preguntó.
Y ellos respondieron:
La escritura sólo nos ha hecho inconclusos / hepatitis
grito que rompe el silencio en observaciones del entorno
Somos animales de gravedad
Sangre que se incendia con la luna
Para nosotros no hay confesionarios, ni psicoanálisis
Desde que el olor del esperma prorrumpe en las iglesias
Lo mejor es buscar el hogar
y dejar de ser profetas de moco y condones caros
porque el SIDA pudre la palabra, a la vivencia
Y aunque las madres ignoran lo que hacemos
siempre nos apoyaron: Constructores sin descanso destructores.

A esto el amor respondió:
Amigos-hermanos-cómplices
No podré alejarlos de la Poesía” (Bedoya Pineda, 2011, p. 19).



Poeta h-07.

"Entonces nos hicimos niños de dinamitadas palabras
Galgas preguntas / braguetas abiertas sobre las venas
Razón sin pantalón
Música de corazón con boca herida
Acerada inocencia / rencor y rezo
Caída bruta de cascajo
Todos
apareciendo y desapareciendo sin permiso

fotos carcomidas" (Bedoya Pineda, 2011, p. 19).



Poeta k-10.

"Las frutas prohibidas no pudimos guardar,
ni prevenir a los hombres. Nos envolvió el sonido de la algarabía
La escritura se extendió de las cosas al garabato / ley
arquetipo de civilización
Y mordimos las frutas
Las ciudades engendraron fantasmas
El mal ya no era interno ni externo
Estaba entre cada átomo / invencible
Algo se rió de nosotros: Científicos esperanzados
(héroes leprosos y posesos). De nuestros nombres lógicos
de nuestros zapatos llenos de orina
Nos quedamos enrejados en la sed de los árboles secos
con el grito amputado para el a l g o
con los ojos tratando de abrirlos más" (Bedoya Pineda, 2011, p. 21).





Voces / S.O.S. 

Por: Ursula Podestá Sánchez.


        El camino del Poesía en el siglo XXI, no es nada fácil. La duda como toma de decisiones es virtual de los hombres preocupados por tratar de brindar algo de sabiduría a los demás de manera reflexiva o de manera práctica.

    El Profeta, el Falso Profeta; y el existencialismo escarbado con angustia de cautiverio [en la civilización, en el lenguaje, en los paradigmas, en la tecnología, en uno mismo...]; es la temática del quehacer literario en pugna cotidiana entre lo trascendente, lo intrascendente o la actitud relativista que se acomoda a las coyunturas ¿quién tiene la razón?, ¿o por qué no tenerla?, ¿pero existe razón?, o ¿la vocación es una de las tantas inventivas sociales?... Laberintos de preguntas, y actos como respuestas, reitero, llevan a construir nuestro entorno... Pero el grito de este batallar, el desgaste del poeta en el tiempo, y el sentir humano de este proceso invisible en la sociedad es el trabajo de este libro poético Voces / S.O.S. (anexo previo), donde el tratar de comunicar llegará a recopilar, como artificio etno-literario, el canto oral de poetas entre su ser, sus anhelos, y su entorno; en la búsqueda de la Poesía frente a la realidad.

                                                                                     Ursula Podestá Sánchez.
                                                                                      Arequipa, mayo de 2011.
 Poeta, Promotora Cultural, Directora del sello y revista Ambedue.


 
______________ . ______________

                                 

El poeta y la niña de asfalto
de Orlando V. Bedoya Pineda
Título: El poeta y la niña de asfalto.
Autor: Orlando V. Bedoya Pineda.
Editorial: Ambedue.
Ciudad: Arequipa.
Año de publicación: 2011. 
Género: Poesía.
Medidas: 20,25 x 14,4 cm.
Encuadernado: Engrampado.
Nº de páginas: 48.



EL POETA:

1  ¿Insania?, dices,
        ¿pero existe tal barco para el negro mar de las palabras?
        ¿para la desvirtuada constelación que alumbra los conceptos?
        Entonces, ¿quién para esta rutina del mundo?
        ¿y cómo no haber respirado de la contaminada brisa de las urbes?” (Bedoya, 2011, 
        p. 12).

2. Un día sobre mi trabajo, que es la vida y la libertad, 
        políticos, policías, religiones, ciudadanos llegaron 
        como marejada de insectos se posaron sobre las pupilas
        sobre los sentidos que libertos se les ocurrió regurgitar
        hasta perder la razón 
        y como si al sacro templo hubieran arribado demonios 
        se alejaron del entorno hasta ser desmemoria
        sólo quedó el espíritu batallando sin cuerpo / rebelde

3. Pero voces y preguntas
        eran trozos náufragos sobre el océano de las sinestesias 
        islas de asco,
        crueles gaviotas maternales no permitían flamear a las imágenes
        ni a ti, humano,
        que temes y proteges como neurosis a la farsa

        Pero las ciudades son duras 
        necios animales gigantescos / llegaron y las pude oír" (Bedoya Pineda, 2011, p. 12).


LA NIÑA DE ASFALTO:

A.

"Pero hacer lenguaje, como miríada de insectos y oírlo
es reconocer el imperio de la boca
es levantar jardines de progreso junto al silbido del bien común
dulces valores que nos salvarán de ser bárbaros
mentes optimistas / seres pensantes
que almacenan y reparten el sueño de futuro
es canto no demonio
que con cuidado separa la-paja-de-la-espina-de-la-cosecha
es ciudad evolución
¿Cómo negar, malograr el esfuerzo de crear luz?
¿Cómo opacar el Sol que portan en la frente tus hermanos?

El cielo nos cobija, ¿cómo renegar de su amparo?
tú, silvestre átomo que retornas a la tierra
puedo refugiarlos a ti, al silencio y si quieres al mar
como lo hice con la industria sedentaria que domó al viento

¿Cómo borrar las cuencas de la naturaleza que nos recibe en sus manos?

¡Oh, hermanos animales!
Ustedes
son el calor que nos acompaña en el camino
¿Cómo cercenar mi presencia en los hogares y sus lechos?
si sé que no iría a ningún lado
      pues pertenezco a la maraña del todo
                     a los morrenas cósmicos
                                  y a tu verso, Poeta" (Bedoya Pineda, 2011, p. 13).

EL POETA:

"4. ¿Qué es lo que he percibido?
        ¿una niña habladora?
        ¿la voz que se construía líder del cambio en las sangres?
        ¿la sonrisa misionera?
        ¿un brazo para alimentar al otro?
¿En qué refugio?  [¿no te recuerdas?]
        ¿he sido devorado sin luz
        y maltrecho me levanté supurando carencia y pregunta familiares?
¿en qué hogar          [me duele]
        se enterró, luego, viva a la niña que cantaba dentro de mí?

5.     ¿Y mi perro fiel?
        ¿mis domesticados zapatos de escolar?
        ¿el rincón del amor?
        ¿las escaleras que subí para montar al ave de las promesas?
        ¿dónde el gorrión?, ¿el beso sucio?
        ¿la inocencia atravesada por la cruz?
        ¿dónde mi risa?, ¿el temblor de los ojos?
        ¿el pudor de la erección?
        ¿Quién?
        ¿a quién señalar?
        ¿a qué?
        si salgo arrojado bajo los vehículos acusadores de las eras
        sobre los fétidos tugurios de las murallas.

6. ¿Acaso sombra y serpiente que crece bajo sábanas, fui?
        ¿espectro en el umbral de las cavernas de los dioses?
        ¿hermana lluvia durmiendo entre fango primogénito?
        ¿acaso amor…?,
        ¿madrugar como fogata que no debió apagarse?
        ¿desnudez
                           que se pierde
                                               entre ladrillos de ritos e historias?
        ¿Fui casa…?" (Bedoya Pineda, 2011, p. 14).


LA NIÑA DE ASFALTO:

B. Somos hijos del vientre sabio                [no estoy sola]
cargamos el agua y la soltamos como río sobre los días
somos vida / magia en las sienes, en las manos
                                                                      [soplo de dioses]
para defender a cualquiera de la soledad. Somos familia
utopía que crece en los campos
puquial de agua                                             [verde, 
                                                                        anhelo de vida]

Somos llanto y dicha                                     [de lo que se construye]
casa limpia / siesta contagiosa

Somos la vida trazando su historia frente al todo
destino
oportunidad
azar profético” (Bedoya Pineda, 2011, p. 15).


EL POETA:

"20.  ¡Ah, queridos hermanos de la naturaleza y del tiempo!
         aún se enamoran de la tarde y de su color abedul
         del viento cálido y fresco de la noche y del amor
         Sueñan fantasmas de optimismo
         un credo único para la religión
         ¿acaso no me acuchillé con la obsesión de protegerlos?
         ¿ahora quién es Yo?:
         ─ Forma de galaxia moviéndose sin darnos cuenta…
         ¿qué atormentado puñal se secó en la médula de la alegría?
         ¿Fuiste tú?:
         ─ Forma de segunda persona que no veo tu rostro.
         ¿Fui yo?:
         ─ Primera persona de espejo orlado en mil rostros.

21. ¡Fue la Patria! ─lo sé─
        idea exhibicionista que enturbió a nuestros padres
        ¿cuándo la naranja
        que metieron a nuestra boca se pudrió en el paladar?

        ¿Qué ejército nativo o extranjero como promesas
        ingresó a nuestros hogares hasta masacrarnos?
        ¿Qué nuevo idioma defecó en nuestras bocas?
        ¿Qué amor vino y corazón quebrado obsequió?
        Ahora solamente muecas, sin poder señalar a ninguno.

22.   Y después,
        lengua
        como huaca vieja por donde ingresa el viento
        ─ Un palomar. Guarida de criminales. Cañón profundo de insectos.

        Humanos,
        ¿podrá alguno concretizar la palabra
                 a   y   u   d   a?” (Bedoya Pineda, 2011, p. 24).


LA NIÑA DE ASFALTO:

G.

No temas,
ora por los muertos y no te desampares de la gran divinidad viva
Poeta, 
retorna al compartir y al fresco acogedor
no seas diluvio de soledad / semidiós vituperado
acércate al cuero vivo y caluroso de la tribu
mira que recorrer la tierra con ira sólo acarrea llanto
sonríele a las circunstancias cuando arremolinan ingratitud

No debemos labrar el suelo a golpe de vitalismo

Retoza en tolerancia como velada / como primavera de piedra
dispuesto a entregar un abrazo
dispuesto a no enloquecer entre adagios

No hay nada mejor que la vida…
goza
no temas, ¡oh, querido Poeta!


EL POETA:

23.  Bruja,
        ¡MIRA el gran borrón!,
        el sueño arrastrado en la cultura
        azufre

        Ustedes,
        mímesis de voz burlona como astilla de mis pasos

        ¿cómo me hicieron esquirla, balcón antropológico de dolor?

        ¿dónde la solemne bandera incolora del romanticismo?
        ¿el traje agusanado de surrealismo?
        ¿cuándo estos pájaros multiplicados en el abstracto?

        ¡Mi vida!
        ese bello animal acostado en el vacío de los recuerdos.

24. Sólo en la oscuridad se extienden los territorios del humano
        como nación
        fetos como petroglifos danzando sobre la madre autóctona
        un vientre ido entre lava y terremotos como identidad
        la tierra
        isla hundida en el laberinto agitado de las conspiraciones.

25. En sueños viene la palabra te extraño
        como fauna andina se acerca a consolarme
        de pronto,
        el mallku  quiere que beba el cielo que ignoro
        en el ir y venir de leyes crepusculares, el puma
        me obsequia el día de la retama
        pero yo sé que es un cuchillo de olor penetrante

        luego lloqlla  y aguacero  sólo para mi corazón. 

26.   No siempre el odio estuvo aquí
        es invento de adultos para niños soñadores
        juego
        admirable país para proclamar nuestra vida
        hambre como cresa
        techo donde se construye el futuro

        Pero la bondad atrajo la maldad seductiva
        a la iguana del mar que desovó en nuestros huesos,
        y ese fenómeno no precavieron los científicos,
        la mentira” 

27. No debimos criar la fe ciega de ayudar
        ¡oh, bien amada ingenuidad!

        ¿Quién fue el mensajero de la lluvia?
        ─ De la ciénaga que nos ensució.

        ¿Quién el masón que robó las rutas de las visiones?
        ─ Y colocó la espada en nuestras manos.

        ¡Ah!, humanidad
        las armas debieron dormir en las cavernas.

28. Quizá tuvimos que encontrarnos para ser familia:
        huerto de cariño 

        soñarnos así, aunque sea un instante
        (recelo pleno)
        y encerrarnos en la fortaleza del fuego de la amistad" (Bedoya Pineda, 2011, 
        pp. 26-27).


LA NIÑA DE ASFALTO:

I. 

"Preciado hijo del entorno,
no todo es ponzoña ni aguja que sutura los nervios
hay agua para compartir

Es cierto, existe el adjetivo inventado
el gran tapón que no permite drenar a la libertad en sí
pero no todo es miasma y fiebre como falda rota
hay amistad
fe que hilvana al fuego que no conoce de cenizas
actos exactos en la comunión del coraje de los niños
visión que se transmite y donde tú eres importante
lugar y memoria
prolongación de la esperanza en los crepúsculos

No te hagas escombro de red / tragedia
canta el romancero
el corazón roto que no doblega su latido
¡ah, gitano entre hombres!, acompaña con tu magia
anímate a sentir la felicidad
Es palabra / cosa sencilla
pero nos preocupas aunque todos parezcamos ciegos
a cada instante hay a quién sí le importas
No te desalientes de la sociedad
(de la industria de nuestros padres)” (Bedoya Pineda, 2011, p. 33).




La poesía en los tiempos de la postmodernidad

Por: Alessandra Tenorio.

Soy hijo de la Poesía 
ese es mi lugar 
Orlando Bedoya 

    Hay libros que te generan preguntas, otros que te dan respuestas, algunos que te sumergen en un diálogo contigo mismo y te abren la puerta para filosofar. Un poco de todo esto tiene El Poeta y la Niña de Asfalto, poemario de Orlando Bedoya, poeta, gestor cultural y literato de la ciudad de Arequipa. 

    Este es un libro singular, desde el título hasta la forma en la que está construido, a manera de diálogo entre dos personajes: un poeta, hacedor de palabras y ser cuestionador, que cumple un importante rol social; y una niña, que en estos tiempos ya no porta una lámpara azul, sino que viene del asfalto, que representa la urbe, la ciudad, ese espacio de la calle que alberga la sabiduría popular. Esta niña, a manera de una simpática y deslenguada Beatrice va guiando al Poeta para encontrar la respuesta a sus búsquedas.

    ¿Qué busca un Poeta en estos tiempos de postmodernidad? ¿Cuál es el papel de la palabra en un mundo como el nuestro donde la belleza, la libertad y la poesía cada vez tienen menos espacio? ¿Es fácil trabajar con la palabra en estos tiempos? ¿Cumplen o deberían cumplir alguna función los poetas y la poesía ahora? Estas interrogantes, milenarias algunas o surgidas a raíz de la coyuntura, van guiando el diálogo entre estos dos personajes y se plantean como temas de reflexión para los lectores. 

    Todos estos cuestionamientos son pertinentes en esta época y más aún si son hechos desde la pluma de un poeta que conoce la dificultad de trabajar en el oficio de “levantar jardines del progreso junto al silbido del bien común”, de crear “dulces valores que nos salvarán de ser bárbaros”. Este poeta es cuestionado por una niña, que en este caso no representa la belleza ni el amor ni la fragilidad ni la inocencia sino por el contrario es símbolo de sabiduría, inteligencia y reivindicación de la figura femenina.

    Esta Niña-guía se convierte en un punto de apoyo en estos tiempos en que la palabra no vale tanto como los dólares. Es ella quien impulsa al Poeta a seguir creando, a no cesar en su labor y en su deber de educar a través de la poesía. 

Construye con la mano y no con la ira del puño 
(el sonido de las palabras no solo construyen 
también destruyen), le aconseja al Poeta, haciendo hincapié en la importancia del poder de la palabra y dejándole como misión al escritor el hecho de emplear bien las palabras.

   El Poeta y la Niña de Asfalto es un rechazo a la trivialidad, al facilismo y una llamada de atención para tomar más en serio el oficio de la poesía. Es una vuelta a esa poesía que nos lleva a la reflexión y nos conduce al cambio. Es una exhortación al poder social del arte. 

    No es raro que el Poeta, protagonista de este libro, sienta por momentos que ha extraviado el camino (¿para qué necesitamos un poeta en la sociedad postmoderna?), por eso la Niña, esa Beatrice moderna, juega un papel muy importante. 

    A través del diálogo, el Poeta reclama una reconciliación con los valores, con el pasado milenario, ese pasado que “se ha perdido” por el progreso. 

        Y al templo de los valores / en el águila de la protección 
        ¿qué peste?, ¿qué flecha derribó nuestra fortaleza? 
        ¿desidia o globalización? 
        que como fresca mujer durmió en la boca, y robó creencias 
        el olivo de las plegarias 
        la piedra que nos mantenía de pie 
        la inteligencia que como fresco escudo de carne 
        no pudo con la masacre a los quipus 
                                         a los mantras 
                                         a las runas 
        fuimos trapos perforados / depredación, 
        insignia rota de lo sagrado en nombre de las metrópolis.

    No resulta ajena entonces esta crítica a la postmodernidad hecha por un poeta y gestor cultural que ve a diario como la televisión, el play station y otras curiosidades del mundo moderno le ganan el terreno a los libros. Frente a esto aparece la voz de la Niña del Asfalto y sus palabras de aliento hacia el Poeta pidiéndole que “no extinga la llama de su voz”. Diciéndole que “podemos cambiar y no estar atorados en vanidades”. Exigiéndole “que las agrias circunstancias no contaminen su figura”, desterrando así la idea de que no hay lugar para los poetas en un mundo postmoderno, globalizado y resaltando el importante rol que él debe cumplir ahora. Todo esto convierte a la Niña no sólo en una guía sino en una especie de coach, de motivadora que pretende desterrar el pesimismo y no permitir que el mundo y sus trivialidades le ganen la partida al Poeta. Pero esta Niña no es una coach ni trae un mensaje positivo a manera de los tan leídos libros de autoayuda, recordemos que es una Niña de Asfalto, una ciudadana de la urbe que recoge toda la sabiduría popular y como dice el conocido dicho la voz del pueblo es la voz de Dios

   Ya que en la globalización se pierde la individualidad, la Niña propone un acercamiento, un retornar, que no es más que hacer un viaje a la semilla, hacia nuestras raíces para no perder nuestra esencia, para volvernos un colectivo, una unidad pero con nuestros modelos, a nuestra usanza porque es desde allí desde donde el Poeta debe elevar su voz para lograr el tan ansiado cambio. 

    No es extraño entonces que en este poemario el autor no se limite a revisar temas hartamente explorados por los escritores como el amor, la patria o la poesía sino que profundice en el mismo acto de la escritura y extienda esta reflexión hacia el público y los poetas-lectores. Entre tanta literatura lightEl Poeta y la Niña de Asfalto es un regreso a la poesía que cree en sí misma y en su poder transformador y nos devuelve a todos los que algunas vez creímos haberla perdido la fe en la palabra.

Lima, noviembre de 2010.
Alessandra Tenorio.*
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*Poeta, Promotora Cultural, Jefa de Imagen Institucional y RR.PP. de la Casa de la Literatura Peruana.
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Orlando Bedoya Pineda: "Lo que buscamos es promover a los jóvenes talento"

Síndrome X, de Inti Heredia (Fischer Heredia) // 
[Reseña] Por: Orlando V. Bedoya Pineda.



Título: Síndrome X.
Autor: intih heredia (Seudónimo).
Editorial: Triángulo.
Ciudad: Arequipa.
Año de publicación: 2012. 
Género: Poesía.
Medidas: 16,7 x 17,9 cm.
Encuadernado: Aspiralado.


Anunciado desde años anteriores, este texto lleva la marca no sólo versal de vanguardia sino la de imágenes que se interceptan con el texto de manera lúdica, aunque no de manera inmadura sino más bien hay una audacia de esconder el reproche, la crítica y la queja social, a través del metalenguaje que exige todo texto poético.

Síndrome X, contiene cuatro pliegos desglosables. 

En el primer pliego, la “sombra” es el epicentro transfigurador  de la escritura, voluntad, credo, ciencia… 

En el segundo, aparece un abismo trenzado de dos realidades: la tradición de la bella letra y la de los cambios sociales, y entre ellos el tecnológico; aunque para el vate estos son espejismos de la razón. 

En el tercer pliego, se manifiesta la angustia y el desequilibro en busca del Ser; esto lo hace entre andamios de herencia andina, hasta llegar a las ventanas de la modernidad como es el ínternet, que para intih heredia (Álvaro Fischer Heredia, Ayacucho, n. 1977) esto es “Un cielo radioactivo“ que llueve sobre sus cadáveres. Esto anuncia una batalla de paradigmas que se reflejan en el collage  que utiliza el poeta con elementos naturales y  elementos artificiales de la modernidad. 

El cuarto pliego aparece como conclusión, y manifiesta qué significa Síndrome X, el “girar”, pero este girar no es para alcanzar un cambio, sino para restregar un movimiento que no cambia a las estructuras sociales, políticas, económicas, culturales… “Gira esta pirámide de sangre”. Esta es la voz del poemario que se agiganta para desmodorrar al lector “Gira la bestia en su espejo de cenizas”.

Entonces, este poemario, refleja la temática que hace de complemento a su primer texto: Tzolkin.

Vive la Poesía en Arequipa // Taller de Creación Poética.




Vive la Poesía en Arequipa, es un taller de creación literaria, que tiene como finalidad motivar y promover la escritura creativa: poesía, narrativa, ensayo, e investigación; esto, en personas dispuestas a embarcarse en el mundo responsable y fantástico de las letrasEste mencionado taller se da en las instalaciones de la Biblioteca del Cultural Peruano Norteamericano en la ciudad de Arequipa.

       También, Vive la Poesía en Arequipa, es el nombre del texto publicado al finalizar el taller.              Esto, bajo la responsabilidad de la revista de creación literaria: Enroque y más Versos, y de            su director-editor Orlando V. Bedoya Pineda, quien hace de responsable del dictado del taller.

 A continuación los suscritos:

  • Vladimir L. Alvarado Ramos. (Arequipa, 1990)
  • Fredy Gerardo Chicata Sota. (Arequipa, 1991)
  • Andrea Hurtado Sarmiento. (Arequipa, 1987)
  • Cristian Gorveña Velásquez. (Arequipa, 1989)
  • Javier Lazo Bianco. (Arequipa, 1995)
  • Leonel Calero Farias. (Lima, 1975)
  • Ursula Podestá Sánchez. (Arequipa, 1982)
  • Paul Colque Quispe. (Puno, 1988)
  • Eliseo Huallpa Vargas. (Haquira-Apurimac, 1990)
  • Gildo Osmar Gallety M.
  • Amanda Santander K.
  • Eder P. Vargas Medina. (Arequipa, 1987)
  • Jhurica Huamaní Kana.
  • José Oviedo Rodríguez. (Arequipa, 1964)

Estos jóvenes poetas inician su camino en la Literatura abriendo la segunda década del siglo XXI, desde la ciudad de Arequipa.  

VIVE LA POESÍA EN AREQUIPA. Enroque y más Versos, Arequipa, 2011. 
         Coleccionable 32-Poesía.



Orlando Bedoya: Vida de Poesía // Por: Franco Gómez Valcárcel.