lunes, 29 de diciembre de 2014

"GRIS", poemario de Paolo Astorga


GRIS
del poeta
Paolo Astorga
Por: Ursula A. N. Podestá Sánchez & 
Orlando V. Bedoya Pineda .

Título: Gris.
Autor: Paolo Astorga Requena.
Editorial: Enroque y más Versos.
Ciudad: Arequipa-Lima.
Año de publicación: 2014. 
Género: Poesía.
Medidas: 20,35 x 14,6 cm.
Encuadernado: Empastado.
Nº de páginas: 78.


GRIS: Ruta de Poeta

“… si es verdad que soy poeta por la gracia de Dios ─o del demonio─,
 también lo es que lo soy por la gracia de la técnica y del esfuerzo,
y de darme cuenta en absoluto de lo que es un poema.”
Federico García Lorca.



Uno.

Paolo Astorga es conocido como un joven dinámico, audaz   e incansable con la promoción literaria y las letras desde Lima hacia el mundo. Esto se refleja desde cuando era estudiante en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle –“La Cantuta”. Alma mater de este poeta prolijo, quien viese sus primeros trabajos, la dedicación a la enseñanza y el desmedido amor por la poesía así como a la Literatura.
Aunque en tiempos actuales, las políticas educativas están sufriendo cambios; también, muchas veces denosta a los docentes.
Paolo Astorga (P.A.), frente a este torbellino incierto y de inestabilidad laboral, brinda a los adolescentes y jóvenes que inician desde aulas, recitales; etc., el ejemplo de la disciplina, talento, sacrificio, y producción.
P.A. no se intimida frente a los riesgos sociales que sufre el país, no se rinde; sino más bien ama y construye como estudiante, como profesional, como esposo, padre, hijo; y como un personaje de las letras del s. XXI.  Realidades que hilvana con la fe firme hacia la poesía, la literatura y las letras; como respuesta de que se puede dar un cambio o mejora social a través de la cultura de las letras. Sentimiento que compartimos, y quizá sea una característica generacional.
Entonces, su quehacer poético, en general, se anuda a la problemática social, al entorno decadente, a la esperanza ácida del mañana. Su preocupación se alista a una literatura seria del autor con relación a la sociedad y a la poética; como el compromiso del “poeta negro”.
Mientras que, su obra en narrativa explora escenas pícaras, de ternura, de frialdad y de naturalización de comportamientos lúdicos y de riesgo para sus personajes. La ilusión, la cruda realidad, comportamientos recalcitrantes; frente al acto como caso, como libertad enjaulada, como amor en mesa, como ave en biblioteca.
A demás que este creador, es un dedicado promotor de poetas, narradores, ensayistas; así como de trabajos de reseñas, críticas. Trabajos que se reflejan a través de plataformas virtuales como en fuente impresa; y así lo evidencia la revista literaria de alcance internacional que dirige: Delirium Tremens. ¿Otra característica generacional del Perú?

Dos.

En esta ocasión nos entrega el texto poético titulado “Gris”. Y como exigencia crítica literaria, desde ya, el título, tiene diversas connotaciones y sugerencias, como función poética.
Entonces “Gris” nos lleva al símbolo del entorno geográfico de Lima, pero a la vez a la categoría existencialista de Unamuno, Heidegger, Sartre; y más cercana a las poéticas de los poetas malditos de Francia, y los neologismos como las correspondencias, “el gris” color connotado por Verlaine. Pero este gris, a la vez se inmiscuye en las venas del hombre y la sociedad, en el paso incierto, en la duda, la rutina, en el hartazgo, en el miedo, en el desvarío, en la decadencia, inseguridad…; aunque también al estancamiento y a la “comodidad” de jerarquías sociales.

El texto de P.A. está integrado en una espiral de cinco apartados (Placer, Culpa, Apariencia, Después del Balazo, Parir Nuevamente); y teniendo de pilar la suma de treinta y cuatro poemas (con sus respectivos títulos).
Su estética, se concentra en el trabajo pulcro de los apartados como balotarios, en donde los títulos de cada poema fortifican la estructura temática y enriquecen semánticamente al poemario en general, recordándonos así al poeta negro, Antonin Artaud.
Por lo que, la voz del poeta se encumbra bajo la música airada de la moral dolida, la ironía, la sentencia…; donde los valores de la verdad, y del amor evitan las máscaras. Esta es la espina dorsal de su poesía conjugada a la belleza del verso libre con matices sórdidos y nublados. Es un canto lanzado con grito de fuego o claxon, grito de afiebrado espacio suburbano, muelle y metrópoli.

Tres.

El apartado Placer, reúne cinco poemas, cuyos títulos segregan al acto indefinido y convulso de la ansiedad.
”El abismo es para después”, ubica la desconfianza, luego como segundo acto la decisión; y por último la consumación de lo inevitable, la desvirgación. Pero hay que añadir que la maestría versal de P.A.  se encuentra en que lo sugiere.
“Aproximación” manifiesta la desnudés de la vida difícil, merodeados por dos aves gigantescas como la depresión y el suicidio; en una cotidianidad cruda. Aunque esto no aleja al placer, sino más bien lo facilita; a través de la conciencia de que la cultura es artificial, y por ende, hincha la idea de transgredir sus normas por parte de la colectividad como acto natural.  He ahí el poeta, como queriendo salir de ese útero, como si quisiera renacer y salir de esa burla social decadente de facilismo y embrutecimiento de pautas; quiere salir y para ello tendrá que acuchillar la niebla, que no es más que la realidad; con miedo a no encontrarse nunca más (¿poesía como camino?, ¿poeta poseso?, ¿poética del poeta?).

Sólo falta la zozobra de los días
la rúbrica indecencia de las horas y los amaneceres
hace falta cuerpos etéreos tiritando su indecencia por los puentes
culminación de los adioses
un día común para violar la culpa de los relojes
las metáforas sumisas después de la huida de los témpanos de la memoria
un día sobre el engranaje de palabras precisas
exacta canción baldía
monumento de piedra para el ahogado corazón del desaire
aproximación de siluetas perpetuas
libertad creadora de pecados húmedos
penetración, delirio, mutilación,
un beso restringido
primera sangre mutua
virginidad desfasada en deudas
burocracia de himen y letra muerta
hace falta el morir abriendo los ojos
hace falta el azar de la piel fragmentada en miedo
transmisión de caricias levemente tiernas
holograma de nuestra última celebración,
nuestro recuerdo en filigranas
mientras acuchillamos la niebla
hasta perdernos para siempre.”

“Delirium”, encumbrado poema, nos confirma el sentir existencial, como sol o como fantasma; aunque el dolor se agrava, y el sentimiento hacia la sociedad es de manera gótica y burda, renace el placer en su más alto grado: lo “hipersexual”. Es así que, ello fabrica al hombre en acto de gozo sólo para desvanecer en el sueño o ¿en la saciedad?
“Hilachas a mil”, es la representación de la ilusión y la realidad, donde la postmodernidad se encarna como desvalidador de las palabras (lo más preciado entre los hombres).
“Sigue”, desde el título, es la exaltación de lo irrefrenable; que, se mimetiza al secreto y a la cobardía como gozo. Es la histeria misma de la mentalidad en crisis social.


“Pero más inútil me hago con el tiempo
más intrascendente y agónico
sin embargo lacerado y furtivo es el placer
de lo que frecuentemente sobra y continúa
imprecisa intuición cuando voy a tirar mis últimos restos
al mar y entonces me nacen nuevas alas y nuevos tambores
nueva rabia y posesión
otra vez todo se erecta en mí
y los colores existen
el sonido y los espasmos y a la mierda el miedo
siempre el miedo
el miedo
y un millón de explicaciones más
para negar que soy un cobarde
mientras gozo.”

El segundo apartado, engarzado al primero, es Culpa (con 8 poemas). Que nos acerca sin más al remordimiento y al morbo.
“La hermosura de liberarnos de la presión después del trabajo es una patraña”, ubica al lector a un duelo moral y de contemplación; que, después del placer nada ha cambiado. El rostro de la culpa se transfigura en la descarada rutina.
“Muchacha camina en círculos “, lo grisáceo alude a la prematura vejez; donde el cobijo del amor destruye al cuerpo juvenil. En donde lo ruin y la virtud se encierran en una alcoba junto a situaciones delicadas, como destellos de la realidad; configurando así, la elección de vida.
“Noticia antes de terminar la noche”, es la angustia como rol comercial, atiborrada a la condición humana y al esfuerzo de sobrevivencia con la razón equívoca, con pasión, como acto animal; enjaulados de incertidumbre. Aquí, y en otros poemas, lo gris se manifiesta  encarnado en la ceniza.
“Quien ama se contenta con el placer de los últimos minutos de su reloj, pero algo más quiere”. Poema que confirma los títulos reflexivos y ácidos de los poetas negros. Los versos en general recrean lo inconcluso, aunque hay indicios de un hermetismo como letrero. A especie de art poética, el poeta nos sugiere el salir del romanticismo, y brincar al vitalismo. Y aunque la batalla es ardua, existe un muro, que es traslucido y que sólo deja impotencia al no poder atravesarlo. Construyendo, así, al recuerdo y los egos, que al final caen como consuelo estúpido de nostalgia.

“Liberarnos
y nada más liberarnos
hastiarnos de la belleza postiza de las palabras
y jadear y nada más jadear
el infierno como un laberinto erótico
tan conocido hasta el bostezo
alucinaciones de caricias certeras
y pensar que es para siempre
torpe mía
cuestionar desde una ventana mojada por la lluvia
desde una luminosa infamia
y luego con la cara dura
sonreír
hacia la inmensidad
terriblemente condenados
terriblemente afanosos y ardientes
haciendo de nuestros cadáveres
conocidos nichos de estúpida nostalgia.”

“Canción del extinto”.  Es un poema que asume la vida para expresar el miedo a sufrir, a fracasar; en una realidad insolente que frustra con las tantas máscaras de la cotidiana vida en tragedia.
“Niña es encontrada muerta en su casa con una nota entre sus manos”. Alude, sin taras, la hipocresía social. Es una crítica a la publicidad descontrolada como reflejo del entorno, que arrastra a los niños y a la juventud a los rincones de los juegos sexuales, al pragmatismo de la soledad, del placer…; u otra forma de muerte a través de lo lúdico. Es la realidad suburbana, las condiciones de una metrópoli, la deuda social.
“Otra vez decapitada y a comprar una corona”. Aquí, el poeta refuerza la intención del poema anterior, en donde el ojo púnico hace morbo del aborto, y de la belleza de gestar vida; después de aprovechar  la inocencia…
“Cuarto menguante”, con matices simbolistas y herméticas contiene la relación mística de la vida y la muerte, las migajas de la memoria, el acero del sistema cultural, y la santidad como acto que no purifica las conciencias.
Apariencia, los poemas de este apartado (que son 9), no se alejan de este título.
“Apariencia”, hace que el gris se transfigure en un estadío, como es el limbo. El canto, es una queja de la utilización de la luz de las palabras en actos vacíos. Es decir, el poeta reclama el compromiso pleno a las palabras, o a los actos; más allá del “aparentar” las falsas normas y las falsas creencias.
“¿Qué puede hacer un murmullo sobre el abismo?”,  aquí, P.A., señala la falta de comunicación como problema naturalizado en los tiempos actuales, en plena era de la información, donde la soledad es más rauda:

“…
Todo se lentifica
adquirimos un cuerpo indolente
nos hastiamos de los abrazos, de los objetos deseados
bebemos fuego blanco y viciamos las palabras con ruegos
atendemos un teléfono que nunca suena
vivimos como insultando
ardemos en una hoguera de presagios
y aun así
la agonía nos excita
a cumplir con la vida
a arrancarle la virginidad a la luz
y hacerla más pura
eternamente pura
entre ladridos de perros
y voces que no dicen nada
sobre la aglutinada soledad
…”

“Poseer”, es la envidia, la falsedad. Los actos saludables que pueden ser borrados por la historia e intereses individuales, donde las bajas pasiones se ajustan a proclamar y construir lo efímero.
“Jugando a ser divertido”, es sombra y espejo de los intelectuales de coyuntura, de los mercenarios de las letras. La tristeza del poeta convulsiona de compasión por el hombre y el mundo que avanza con zapatos de luto hacia el mañana, junto a la falsedad del hombre que se engaña a sí mismo.

“A mí no me interesa ya la tarde.
El baile se acerca.
Al mono se le caen los lentes
y a mí los oídos mientras como una fruta amarilla y jugosa.
No interesa la tarde o parte de la noche
si no has movido tus ojos, tus pies, tu columna, tu trasero al mundo.
La llama ha de encenderse con la sangre inocente de un cuento para niños
No podré ver más que mis manos embarrándose en el piso
éxtasis de ya no volver a la insuficiente sonrisa de una barbie
éxtasis del paisaje que me desgarra los latidos afilados en el rumor de
                                                                                                         [voces            
que gritan sus tristezas digitales
la locura apedreada en el último rincón donde no hay más que decir
sino estirar el tiempo y no poder mirar atrás
el espacio que ha quedado sin final
bajo la frontera de los ojos alunados de primavera
la orbe abriendo su boca como mujer humeando por la niebla de zapatos
                                                                                                     [negros
                                                                        
la magia de retratarse ante el olvido de cíclopes
mordiendo un par de senos
                     donados al sistema.
Ahora desvestida
bajo la profundidad de un matorral
tu pecho es una pala
que cava su tumba lentamente y en silencio
estallando una ternura tan postiza como
tus excesos.”

“Mujer y varón”, se inserta al tema de género, como una discusión que envejece sin solución a ambos géneros; ¿distracción intelectualoide hacia las masas?
“Tartamudeo del lobo”,  es el poema que ubica a los falsos líderes.
“Ileso”. Poema donde la verdad lanzada a las masas ¿qué importancia tiene en estos tiempos actuales? Luego: ¿terapia?
“Creación”. Nos acerca al bosquejo del autorretrato poético. Rostro que se reconoce desde lejanos orígenes, hasta ubicarse frente a falsos poetas, donde se confirma, en reclamo, el compromiso hacia las letras.

“Cerebro sobre sangre
mi cuerpo es un monstruo
que muerde senos malditos
atrapados en los tachos de basura del abismo,
voces en forma de espinas
atravesando a los gorriones
una llanta, sueño,
una llanta, columpio de los niños amarillos
intentando nacer una sonrisa
bajo el blanco pañuelo
cayendo en medio de vampiros sordomudos,
una muchacha recogiendo una manzana mordida,
sólo la carne entregada al éxtasis de volarse las manos
sólo la tarde
como un recuerdo
de calles mojadas
por el aullar de perros malolientes
tratando de lamerme las heridas
y estas palabras eyaculadas en un papel solo y oxidado
que ya llegó
tan sólo para irse.”

Después del Balazo. Apartado que contiene 6 poemas.
“Gestos de labios que pueden ser siniestros en la noche”, nos enmarca en lo mucho que falta por hacer y no se hace, en el espejo del hombre en una condición social de autómata.
“Para desvestirse todo”, es la semilla lanzada con el anhelo que florezca el ánimo de rehacer (lo más preciado como lo más vil), y así sentir al mundo con el extrañamiento, como algo nuevo. En este poema, al estilo simbolista ruso, alude a la “muerte” como otra forma de nacer. Aunque la realidad es dura para desencadenarse hacia una mejora de cambio.
“Órgano oscuro, sangre invadida”. Algo gótico, al estilo de E. A. Poe, el poeta persevera para no perder su espíritu, y esa imagen se encarnará en una muchacha que bien puede ser una musa, la poesía, o un fantasma; esperanza de ruta para no envejecer ni ser enjaulado.
“Representación de inercia”. Todo acto tiene su precio, es la consigna en este poema. Es la batalla que evita que los sublimes anhelos ingresen en la estructura de la cultura.
“Junto al manicomio”. Durante toda pugna emergen sentimientos de luz, como oscuros. Es así que la duda, el temor…; tratan de resquebrajar el compromiso del poeta como humanista. Aunque el poeta, a través del amor, la libertad; y,  la literatura; realiza y confirma su elección de vida hacia estas últimas; incluso lejos de sí mismo.

“Intento dar explicaciones
Dar la cara a todos decirles que la inocencia
Es el erotismo de las palabras mientras nos crece la vergüenza
Y seguimos dormidos mientras nos violan sin control
La luz me ha abandonado miserablemente
No tengo más conciencia que la que me ha dado la inutilidad
Entonces me enamoré de un cuerpo que fingía ser un cuerpo
Me enamoré de un nada más y quédate allí
Pensé en la esperanza mientras los gusanos
Se comieron mis ganas de decir algo cualquier cosa
Preferí entonces alucinar
Copular contigo en la incoherencia
Llegar hasta donde todo se desprende
Aguardar de ti algún cumplido
Que el mundo se haga caricia o puñalada
Pero que empiece la música pronto
Que empiece la música pronto
Y mi alma no desee estúpidamente regresar
Hipnotizada por la exacta pulcritud
De lo que nunca será merecido
Sino hasta reconocer lo podrido en el dolor
Mientras sencillamente se coge un corazón cualquiera
Y se lanza lejos, lejísimos
De la memoria
Y de la culpa.”

“Aunque estalles mil veces”. En este poema, el gris, se manifiesta como el color de las tumbas. Es así que la libertad, como acto de discurso o creación, debe reventar las máscaras, hasta que emerja el rostro verdadero de los humanos.

Partir Nuevamente, es el último apartado que (contiene 6 poemas). Hace de fin de ciclo y de reencuentro con el poeta en su arduo camino por el “gris”, y así volver a empezar.
“Nos cae el mundo como si fuera el último día”, a especie de monólogo, el poema se hace tierno, confesional, desgarrado; y así el poeta reinicia  su camino, reconociendo las rutas, y sabiendo evitar las caídas.
“Retorno a un jardín muerto”, aquí Paolo Astorga, sabe que tiene que ir en busca de un lenguaje más allá de las correspondencias simbolistas; es decir, es un atisbo de que el poeta está en busca de su voz, de una poética nueva. Por lo tanto, el poeta no sólo batallará en lo visible, sino en lo invisible, en el camino metafísico, pero siempre atado a su sentir humano (los sueños y el dolor), que es lo único que lo identifica como ser vivo y creador.
“Nostalgia de una señal perdida”. Representa el camino lejano, el destierro…
“Seguir escribiendo después de la sangre derramada”. Continúa el camino del poeta, pero esta vez como ruta de iniciación, más allá de los ideales y el frágil corazón; tratando de pintar a los abismos islas de cielo.
“Discurso del pusilánime”, al estilo mesiánico, el poeta anuncia su retorno desde la muerte; y el continuar  de su camino hacia el “algo”.

“Estoy absolutamente solo
con la tapa de los sesos reventada
apesto a muerto
pero he de seguir
mi ternura es multa
droga de los días de la misma sinrazón
o quizá solo un ungüento para llenar los mismos obituarios
del olvido.

Estoy absolutamente solo
y no paro de vendarme los ojos
y creer sólo en mí y en la música y en la ventana atestada de moscas
y en tu vestimenta de alondra psicodélica y en tu nave de metal oxidado
y en tu sombra y en mi sombra sobrando explicaciones
y en la luna asqueada de inútiles mutilaciones
y ser disfraz en cuerpos desmoronándose
y ser lo que se alcanza al incendiarse las manos y escupir furioso
sobre algún lugar del universo
y decir
vamos
vamos
vámonos.”

“Última coronación”, es la adquisición plena de conciencia del poeta y de su circunstancia. Es así que, aparece una revelación: el “gris” existe en todas las dimensiones. Pero, el poeta nunca debe ceder a la quietud; sino, siempre avanzar.

“Agárrate bien, entrena tinieblas y arremete
el amanecer castra y ya no hay fuerza
o intestino sideral del mundo absorbido en un trago
esto es magia de úlceras y ungüento de voces urgentes
engendro final de arropados sueños
nadie susurra plegarias de colectividad solidaria
manos y fantasmas apenas
oscura ofrenda de licuación interior
y mírate ahora codiciando el mismo color que todos deseamos
brillantez de búsquedas sin encuentros
olfato atroz del humanoide que vive de ti y palabrea
y palabrea y danza estúpidamente y hace chistes y conmueve
mientras tú sigues en la cuestión de preguntarte a cada cinco minutos
o cada vez que la belleza te dice vamos hagámoslo
y no hay temor
sino para qué vives si igual vas a morir en medio de orines
y puertas quemadas
corpus del miedo a vencer la ignorancia de tus alas eternas
y la misma motivación que aunque te tomes y te destripes apasionadamente
lo gris que es gris siempre seguirá siendo gris
todos los días.”


Cuatro.

En la poesía de este nuevo libro de P.A. se anuncia la decadencia, la batalla por la mejora social, la lucha interna del poeta en contextos de postmodernidad o tradición. El camino de elección es su horizonte y fortaleza. Aunque los ideales, como educador, hacen de su moral la inmensa estrella de esperanza de que todos deben y pueden recibir las  mismas oportunidades. En ello, se manifiesta una gigantesca utopía, la construcción de una sociedad con conciencia a través de las letras, en este caso la poesía (que no es extraño en los poetas de esta generación que emergen desde el año 2000); para que se evite el exceso del placer, la culpa, la apariencia, la muerte…; el gris. Y más bien, que germine la elección de vida; no sólo de manera individual sino en un devenir de familia, de colectividad, de humanidad…
Este poemario, entonces, se une a la voz de muchos de los poetas jóvenes que exaltamos el retorno del poeta a la sociedad.

Felicitamos a Paolo Astorga, por reafirmar y compartir con su obra nuestro compromiso con las humanidades y las letras, en estos quince años que cumple la revista y sello de creación literaria Enroque y más Versos. Además que Paolo integra, desde ya, a los poetas trascendentes del Perú, y que este, su verso, se hace valioso para entender la mentalidad del s. XXI, por lo que nos es un honor y satisfacción su amistad.
Éxitos y reconocimientos, para el poeta y su canto que confirma el camino que ha elegido.

Ursula A. N. Podestá Sánchez.
Orlando V. Bedoya Pineda.
Investigadores, críticos, poetas, escritores, promotores culturales,
editores; desde la ciudad de Arequipa.

Arequipa, 13 de febrero de 2014.







miércoles, 5 de marzo de 2014

Paolo Astorga presenta su libro: "Gris"./ Ursula Podestá: "Disjecti Membra Poetae"; en la Casa de la Literatura Peruana.

Invitación

Enroque y más Versos, revista y sello de creación literaria cumple 15 años, promoviendo y editando de manera altruista talentos en el quehacer literario en formato individual o colectivo desde Arequipa (fundada y dirigida desde el año 2000 por Orlando V. Bedoya Pineda).

Es así que, iniciamos nuestras actividades de festejo para este 2014 en la Casa de la Literatura Peruana. Y en ocasión de fecha, 12 de marzo, de 18:30 ─ 20:00 horas, con la presentación de textos poéticos de dos reconocidos poetas de la literatura del s. XXI en el Perú: Paolo Astorga y Ursula Podestá. 

Nos acompañarán en mesa: Miguel Ildefonso, César Pineda, Roberto Valdivia y Orlando Bedoya.

Quedan invitados.




lunes, 10 de febrero de 2014

El designio mayor del poema. Poemario de Vladimir Alvarado Ramos.

El designio mayor del poema
(la menoría)
del poeta
Vladimir Alvarado Ramos
Por: Orlando V. Bedoya Pineda 
Título: El Designio mayor del poema (la menoría)
Autor: Vladimir Alvarado Ramos.
Editorial: Ambedue.
Ciudad: Arequipa.
Año de publicación: 2013. 
Género: Poesía.
Medidas: 20,5 x 14,8 cm.
Encuadernado: Empastado.
Nº de páginas: 68.


Entre designios y memoria: los versos
 de Vladimir Alvarado Ramos.

   
El devenir histórico es muy largo para los instantes de vida que tiene cada individuo para hacer de ella que intervenga de manera trascendente en el plano social; he aquí la memoria, entonces, como puzzle, en cada mano de cada disciplina tratando de armarla; y así, contribuir al mañana del próximo hombre, que vendrá a la realidad para iniciar su proceso de endoculturación y su acondicionamiento como humano…; digo esto, porque son algunas de las conjeturas que preocupan al poeta Vladimir Alvarado Ramos (V.A.R.).

Es así que, este poeta, utilizará un lenguaje culto e interdisciplinario, sus metáforas a veces son muy herméticas, y llenas de símbolos; pero en cada uno de estos giros literarios, no escapan a la pasión, al latido vivo y delicado que porta el ser humanista para obsequiarla como efluvio marino a cada lector.

V.A.R., ensimismado, nos engulle con su canto al sueño sin pies, a la realidad del superhombre, y el acto de las correcciones por construir, como se reflejan en sus primeros poemas del primer apartado titulado De la menoría I (Codificar):

“Subsisten, como estrellas parlantes
            Incógnitas
            Semillas por cosechar
            Peregrinaciones de kilómetros
            Correcciones como ladrillos
            Y morderle a la vida donde
            El suplicio se hace valentía  
            Lecturas que no conocen autores.”

Por lo que el poeta, se vuelve camino de lenguaje con rostro de hombre que busca su verdad en la lejana verdad, aunque la desilusión no sea más que otra cosa que la espinada civilización.

Su canto, entonces, se hace abismal y frágil como “pulmones de una pantalla rota”, varado en el misterio que va más allá de la imaginación frente al descaro sensorial: “una mujer desnuda detrás de las cortinas” que ahora se hace extrañamiento.

El miedo, se manifiesta entre la denuncia y la mentalidad de fracaso; entre el heroísmo y el padecer las patéticas represiones. Aunque la luz del optimismo existencial se ubica frente al entorno como historia llena de cenizas.

Más allá de los “nombres” y “coordenadas”, la interminable ruta del poeta proscrito, como “desaparecer”, lejos del entorno lo arrincona entre datos, caracteres y botones.

El mundo interno, la subjetividad o iluminación; también se manifiestan como realidad, con insomnes preguntas, como luces de vigilia o belicosos fantasmas. V.A.R. anota así en el segundo apartado De la menoría II (decodificar):

“…La totalidad de experiencias
      Cada rincón/segunda piel
      Gritan al mundo su natalidad
      Una apuesta a todo o nada
      ¿Podré tragarme mis palabras?
      Cada luminiscencia es falsa
     ¿No hay cura que me enferme?...”

Mientras que en el tercer apartado, De la memoría III, los linderos de las ideas se quiebran remarcando el halago, la bilis, y la denuncia; la “memoria” hecha escombros o fría:

“…Romper la memoria, para
Estar donde estuve, sin
Colores – la mímesis de la
Cultura – forzar la existencia
¿Cómo leer perturbaciones?
Combinaciones posibles de un
Orden campesino
La herencia nos da las gracias
Se aleja de allí y se ríe
Derrama niñas sobre mares sin nombre
Sobre, estaciones solares, colores por nombrar
Pasajeros absolutos, religiosos de desierto
Poetas sin verso, estatuas de letras.”

En el cuarto apartado del libro, Del Mar, llega el poeta a soliloquios, a especie de conclusiones como escenas; a la prosa poética, a la vanguardia que conjuga espacios, paradigmas, sentencias…; el verbo se hace beligerante batalla hacia los discursos de poder inmersas en diversas plataformas del conocimiento.

No es de extrañarse que la desilusión construya una nueva ilusión, de ahí la contraposición versal y la búsqueda de identidades entre espejos de calumnias.

…Es preciso en el tropel de las mañanas, buscar, buscarnos como apertura y clausura, confesar en los suburbios de nuestras legiones, que la ebria orden es un nudo de la palabra, antes que cosecha de la cuchilla, que ganancia del pataleo, que su yuxtaposición en sucesiones, antes que la punta del albedrío en julios. No volveré a valorar junto a ti, niegas la importancia del agujero, estas rosas apuntan a tu lado, recuérdalo, el comercio acaba junto al monopolio del siglo pasado, ¿cuán dulce es tu agalla?, lastimas la fiebre del joven árbol, es hora de santos, de manos a lunas.”

Del Tiempo, quinto y último apartado, nos acerca a los colofones, a las historias que hacen de puente entre el origen, el proceso, y el devenir… es pues, lo que avanza el “Yavista”, personaje que encarna la voluntad como poeta, la chispa de donde emana el fuego prometeico, el valor entre generaciones, credos y civilizaciones; V.A.R., lo menciona así:

“Abrió los ojos, el Yavista, multitud de puntos sin referencias, como sarcófagos leyendo maldiciones, sin rosetas, la paciencia es eterna.”
“Esta es mi enumeración, la de él jamás, fósiles  en carbonos sin catorce, la  numeración es después, queda nuestro llanto para alimentos, canciones; queda el silencio para el peso del mundo, la columna de nuestro primer paso, la llaga producto del descenso ¿cómo expresar el azote del árbol al caer? El dolor de los dedos al señalar, el sabor de la tierra, sólo con frutos y hojas. Es el esplendor del poema cardinal: cero, cero y luego eyección.”

Este apartado final termina lanzando un acertijo profético o visionario, con el verso encriptado, que sólo alcanzarán a entenderlo algunos, confirmación de hermetismo, que no es más que la fuente del título que engloba a  este libro.

“…El exilio se merece la voz, los ejércitos de la sequedad, los extremos del navío a un sólo grito, un grito de sal y títulos. Él va a quemar el mundo con sus siete días, he aquí el designio mayor del poema.”

Vladimir Alvarado Ramos, necesario es reiterar su nombre, juega un rol de hito o encrucijada, de dolor humanístico, de bandera de testimonio de timidez acerada y de palabra de rayo; es amigo y promesa en las letras que lidera a los creadores poéticos de la segunda década del siglo XXI en Arequipa, validando la poesía trascendental con el estilo particular de cada generación.

Este libro y su creador poético auguran el camino y la responsabilidad hacia las humanidades y las letras, los reconocimientos y los sacrificios que exigen todo proceso de cambio o renovación.

Orlando V. Bedoya Pineda.[1]
Arequipa, agosto del 2013.




[1] Poeta, investigador, editor y promotor cultural en la ciudad de Arequipa. 

Breve estudio sobre POESÍA Y URBE poemario de Gabriela Podestá

POESÍA Y URBE
 (parir entre ácida lluvia)
de Gabriela Podestá Sánchez
Por: Orlando V. Bedoya Pineda.[1]
Título: Poesía y Urbe (parir entre ácida lluvia).
Autor: Gabriela Podestá Sánchez.
Editorial: Ambedue.
Ciudad: Arequipa.
Año de publicación: 2008. 
Género: Poesía.
Medidas: 20,25 x 14,4 cm.
Encuadernado: Empastado.
Nº de páginas: 40.


Breve estudio sobre POESÍA Y URBE
(parir entre ácida lluvia)


POESÍA Y URBE (parir entre ácida lluvia),[2] es un título con matices conceptuales y una explicación de símbolos marcadamente finos-fuertes y de crítica.
            En el primer caso, Poesía y urbe, nos enmarca a un mundo aparentemente contradictorio, lo espiritual y abstracto frente a lo nominalista social y lo real.
            En el segundo caso, (parir entre ácida lluvia), nos hace referencia a la fertilidad, a la belleza de la vida, aún como diría la Poeta, en este “mundo insano”. Esta relación es clara y gigantesca, la lluvia ácida sólo puede existir como manifestación de la contaminación del medio ambiente (mineras, smog, desgaste de la capa de ozono. Y extendiendo el término en contaminación visual y de sonidos;…etc.), pero a la vez esta contaminación es un profundo símbolo de desencanto que señala a la forma esencial del humanismo como es su memoria llena de voces, gritos, pasiones rotas o flamantes, el individualismo como el progreso, el mar de silencio o de emociones y como resultado una comunicación arbitraria hacia los hombres…
            En este poemario, el parir, de sonido fuerte y de terminación débil como rugido, se manifiesta en el trascurrir de los versos como nacimiento que implica dolor, queja, sudor con un final de sosiego y de espanto al ver al nuevo ser, el poema, en un entorno decadente.
            El Texto poético, dividido en dos apartados: Primera Lluvia (junto a ti poesía), Segunda Lluvia (Convivencias y dientes rotos), son el resultado de la auto observación y la contemplación del quehacer poético literario, de introspección social a la ciudad o para ser más claros a lo que se denomina “civilización”. Existe una voz de queja sobre cómo el hombre se ha ido alejando de sí mismo, de su entorno y cómo desaparece en su cotidianidad artificial. He ahí las aclaraciones de estar “junto a ti poesía”, y la necia y torpe “convivencia” agresiva y convulsa hasta llegar a los “dientes rotos”.
            Este poemario, es pues, la batalla que el gran nobel latinoamericano Octavio Paz nos alude sobre el niño con su ejército de pájaros para guerrear contra el sol. 
Gabriela Podestá Sánchez, merecido título de “Poeta Precoz”, nos declara en su “OFRENDA” los siguientes versos como destino y camino poético-social-espiritual a seguir.

“Cansada de seguir los pasos 
  en las huellas de los demás 
 quiero ser la sal que condena al agua.”[3]
           
Dando inicio con su diálogo frente a las circunstancias sociales, como por ejemplo en Juegos y suicidios, a la condición de ser mujer le pregunta:

“…
 ¿Odias el machismo?

[Y luego les responde con dolor negro y fatal]

 si lo arrullas, lo crías, le brindas tu seno
 en tu fétida bolsa y en cada mañana del desayuno…”[4]

            Es que Gabriela Podestá Sánchez, sigue el camino eterno y místico que también se le presentó a Gustavo Adolfo Bécquer cuando nos dice: “Podrá no haber poetas; pero / siempre Habrá poesía…/ …Mientras la ciencia no alcance / Las fuentes de la vida,…/ …; Mientras la humanidad siempre avanzando / No sepa a do camina; / Mientras haya un misterio para el hombre, / ¡Habrá poesía!”[5]
            Pero este romanticismo, lleva la marca de lo trágico, la ausencia del ser a quien se adora, al que no se ve… Entonces la poeta, en este caminar  con “los ojos como corazón torpemente asustados”[6]  deja los límites de la condición social y se declara amatoria de la Poesía:

“Por seguirte
  dicen que somos de ellos: peatones
  dicen los humanos que les pertenecemos
  dicen que obedecemos a Dios 
  dicen que somos partículas como credo…[7]

“Madre nuestra
  como una esquizofrenia de zapatos sin rumbo
  Abriste la puerta
  Y nosotros como flecha
  Devorando como rito y animal nuestro destino.”[8]

“Seguirte…
  como antiguo ritual soplando hojas de coca
                         comiendo ceniza en esta necia urbe.”[9]

            Es así que la lluvia, sol, ciudad, artesanías toman un sentido gigante con respecto a la vida y la muerte; entre lo asfixiante y lo libre, smog e inspiración, claxon y verso…
            Este poemario entonces se convierte en el desencanto y la necesidad de descubrir la belleza en lo crudo-rápido-frustrante que ha hecho su hogar en estos tiempos actuales, en nuestro entorno, en nuestro quehacer, en nuestro hogar; en la luz enferma que alumbra cada día. Por lo que, en este texto, el cambio y lo novedoso, se disfraza en señalar lo que nos ocurre en este ocaso social que alumbra nuevos tiempos y coyunturas; es pues un ramo de flores en el camino que ha escogido, la Poeta, como es el de la Poesía, en un entorno melancólico y corrosivo de lluvia ácida.

En: Ojos de Clío, revista interdisciplinaria de Historia.
Año 2, Nº3, Arequipa, Septiembre, 2012. pp. 157-160.



[1] Poeta, investigador, Crítico literario y; gestor cultural de la ciudad de Arequipa. Fundador y Director de la revista Enroque y más Versos. Co-editor de la revista Ambedue. Director editorial y de Producción de la revista interdisciplinaria de Historia Ojos de Clío.
[2] PODESTÁ SÁNCHEZ, Gabriela. POESÍA Y URBE (parir entre ácida lluvia). Ambedue: Arequipa, 2008.─ Prólogo del Dr. Xavier Bacacorzo.
[3] Ibídem. p. 10.
[4] Ibídem. p.16.
[5] BECQUER, Gustavo. Rimas. Buenos Aire: Editorial Sopena Argentina S.A., 1958. pp. 21-22.
[6] Ibídem. 17.
[7] Loc. Cit.
[8] Ibídem. p. 31.
[9] Loc. Cit.