lunes, 10 de febrero de 2014

Breve estudio sobre POESÍA Y URBE poemario de Gabriela Podestá

POESÍA Y URBE
 (parir entre ácida lluvia)
de Gabriela Podestá Sánchez
Por: Orlando V. Bedoya Pineda.[1]
Título: Poesía y Urbe (parir entre ácida lluvia).
Autor: Gabriela Podestá Sánchez.
Editorial: Ambedue.
Ciudad: Arequipa.
Año de publicación: 2008. 
Género: Poesía.
Medidas: 20,25 x 14,4 cm.
Encuadernado: Empastado.
Nº de páginas: 40.


Breve estudio sobre POESÍA Y URBE
(parir entre ácida lluvia)


POESÍA Y URBE (parir entre ácida lluvia),[2] es un título con matices conceptuales y una explicación de símbolos marcadamente finos-fuertes y de crítica.
            En el primer caso, Poesía y urbe, nos enmarca a un mundo aparentemente contradictorio, lo espiritual y abstracto frente a lo nominalista social y lo real.
            En el segundo caso, (parir entre ácida lluvia), nos hace referencia a la fertilidad, a la belleza de la vida, aún como diría la Poeta, en este “mundo insano”. Esta relación es clara y gigantesca, la lluvia ácida sólo puede existir como manifestación de la contaminación del medio ambiente (mineras, smog, desgaste de la capa de ozono. Y extendiendo el término en contaminación visual y de sonidos;…etc.), pero a la vez esta contaminación es un profundo símbolo de desencanto que señala a la forma esencial del humanismo como es su memoria llena de voces, gritos, pasiones rotas o flamantes, el individualismo como el progreso, el mar de silencio o de emociones y como resultado una comunicación arbitraria hacia los hombres…
            En este poemario, el parir, de sonido fuerte y de terminación débil como rugido, se manifiesta en el trascurrir de los versos como nacimiento que implica dolor, queja, sudor con un final de sosiego y de espanto al ver al nuevo ser, el poema, en un entorno decadente.
            El Texto poético, dividido en dos apartados: Primera Lluvia (junto a ti poesía), Segunda Lluvia (Convivencias y dientes rotos), son el resultado de la auto observación y la contemplación del quehacer poético literario, de introspección social a la ciudad o para ser más claros a lo que se denomina “civilización”. Existe una voz de queja sobre cómo el hombre se ha ido alejando de sí mismo, de su entorno y cómo desaparece en su cotidianidad artificial. He ahí las aclaraciones de estar “junto a ti poesía”, y la necia y torpe “convivencia” agresiva y convulsa hasta llegar a los “dientes rotos”.
            Este poemario, es pues, la batalla que el gran nobel latinoamericano Octavio Paz nos alude sobre el niño con su ejército de pájaros para guerrear contra el sol. 
Gabriela Podestá Sánchez, merecido título de “Poeta Precoz”, nos declara en su “OFRENDA” los siguientes versos como destino y camino poético-social-espiritual a seguir.

“Cansada de seguir los pasos 
  en las huellas de los demás 
 quiero ser la sal que condena al agua.”[3]
           
Dando inicio con su diálogo frente a las circunstancias sociales, como por ejemplo en Juegos y suicidios, a la condición de ser mujer le pregunta:

“…
 ¿Odias el machismo?

[Y luego les responde con dolor negro y fatal]

 si lo arrullas, lo crías, le brindas tu seno
 en tu fétida bolsa y en cada mañana del desayuno…”[4]

            Es que Gabriela Podestá Sánchez, sigue el camino eterno y místico que también se le presentó a Gustavo Adolfo Bécquer cuando nos dice: “Podrá no haber poetas; pero / siempre Habrá poesía…/ …Mientras la ciencia no alcance / Las fuentes de la vida,…/ …; Mientras la humanidad siempre avanzando / No sepa a do camina; / Mientras haya un misterio para el hombre, / ¡Habrá poesía!”[5]
            Pero este romanticismo, lleva la marca de lo trágico, la ausencia del ser a quien se adora, al que no se ve… Entonces la poeta, en este caminar  con “los ojos como corazón torpemente asustados”[6]  deja los límites de la condición social y se declara amatoria de la Poesía:

“Por seguirte
  dicen que somos de ellos: peatones
  dicen los humanos que les pertenecemos
  dicen que obedecemos a Dios 
  dicen que somos partículas como credo…[7]

“Madre nuestra
  como una esquizofrenia de zapatos sin rumbo
  Abriste la puerta
  Y nosotros como flecha
  Devorando como rito y animal nuestro destino.”[8]

“Seguirte…
  como antiguo ritual soplando hojas de coca
                         comiendo ceniza en esta necia urbe.”[9]

            Es así que la lluvia, sol, ciudad, artesanías toman un sentido gigante con respecto a la vida y la muerte; entre lo asfixiante y lo libre, smog e inspiración, claxon y verso…
            Este poemario entonces se convierte en el desencanto y la necesidad de descubrir la belleza en lo crudo-rápido-frustrante que ha hecho su hogar en estos tiempos actuales, en nuestro entorno, en nuestro quehacer, en nuestro hogar; en la luz enferma que alumbra cada día. Por lo que, en este texto, el cambio y lo novedoso, se disfraza en señalar lo que nos ocurre en este ocaso social que alumbra nuevos tiempos y coyunturas; es pues un ramo de flores en el camino que ha escogido, la Poeta, como es el de la Poesía, en un entorno melancólico y corrosivo de lluvia ácida.

En: Ojos de Clío, revista interdisciplinaria de Historia.
Año 2, Nº3, Arequipa, Septiembre, 2012. pp. 157-160.



[1] Poeta, investigador, Crítico literario y; gestor cultural de la ciudad de Arequipa. Fundador y Director de la revista Enroque y más Versos. Co-editor de la revista Ambedue. Director editorial y de Producción de la revista interdisciplinaria de Historia Ojos de Clío.
[2] PODESTÁ SÁNCHEZ, Gabriela. POESÍA Y URBE (parir entre ácida lluvia). Ambedue: Arequipa, 2008.─ Prólogo del Dr. Xavier Bacacorzo.
[3] Ibídem. p. 10.
[4] Ibídem. p.16.
[5] BECQUER, Gustavo. Rimas. Buenos Aire: Editorial Sopena Argentina S.A., 1958. pp. 21-22.
[6] Ibídem. 17.
[7] Loc. Cit.
[8] Ibídem. p. 31.
[9] Loc. Cit.

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