POESÍA Y URBE
(parir entre ácida lluvia)
de Gabriela Podestá
Sánchez
Título: Poesía y Urbe (parir entre ácida lluvia).
Autor: Gabriela Podestá Sánchez.
Autor: Gabriela Podestá Sánchez.
Editorial: Ambedue.
Ciudad: Arequipa.
Año de publicación: 2008.
Género: Poesía.
Medidas: 20,25 x 14,4 cm.
Encuadernado: Empastado.
Nº de páginas: 40.
Nº de páginas: 40.
(parir entre ácida lluvia)
POESÍA Y URBE
(parir entre ácida lluvia),[2] es un
título con matices conceptuales y una explicación de símbolos marcadamente
finos-fuertes y de crítica.
En el primer caso, Poesía y urbe, nos enmarca a un mundo
aparentemente contradictorio, lo espiritual y abstracto frente a lo nominalista
social y lo real.
En el segundo caso, (parir entre ácida lluvia), nos hace
referencia a la fertilidad, a la belleza de la vida, aún como diría la Poeta,
en este “mundo insano”. Esta relación es clara y gigantesca, la lluvia ácida
sólo puede existir como manifestación de la contaminación del medio ambiente
(mineras, smog, desgaste de la capa de ozono. Y extendiendo el término en
contaminación visual y de sonidos;…etc.), pero a la vez esta contaminación es
un profundo símbolo de desencanto que señala a la forma esencial del humanismo
como es su memoria llena de voces, gritos, pasiones rotas o flamantes, el
individualismo como el progreso, el mar de silencio o de emociones y como
resultado una comunicación arbitraria hacia los hombres…
En este poemario, el parir, de sonido fuerte y de
terminación débil como rugido, se manifiesta en el trascurrir de los versos
como nacimiento que implica dolor, queja, sudor con un final de sosiego y de
espanto al ver al nuevo ser, el poema, en un entorno decadente.
El Texto poético, dividido en dos
apartados: Primera Lluvia (junto a ti poesía), Segunda Lluvia (Convivencias y
dientes rotos), son el resultado de la auto observación y la contemplación del
quehacer poético literario, de introspección social a la ciudad o para ser más
claros a lo que se denomina “civilización”. Existe una voz de queja sobre cómo
el hombre se ha ido alejando de sí mismo, de su entorno y cómo desaparece en su
cotidianidad artificial. He ahí las aclaraciones de estar “junto a ti poesía”,
y la necia y torpe “convivencia” agresiva y convulsa hasta llegar a los
“dientes rotos”.
Este poemario, es pues, la batalla
que el gran nobel latinoamericano Octavio Paz nos alude sobre el niño con su
ejército de pájaros para guerrear contra el sol.
Gabriela Podestá Sánchez, merecido título de “Poeta Precoz”, nos declara en su “OFRENDA” los siguientes versos como destino y camino poético-social-espiritual a seguir.
Gabriela Podestá Sánchez, merecido título de “Poeta Precoz”, nos declara en su “OFRENDA” los siguientes versos como destino y camino poético-social-espiritual a seguir.
“Cansada de
seguir los pasos
en las huellas de los demás
quiero ser la sal que condena al agua.”[3]
Dando inicio con su diálogo frente a las
circunstancias sociales, como por ejemplo en Juegos y suicidios, a la condición de ser mujer le pregunta:
“…
¿Odias el machismo?
[Y
luego les responde con dolor negro y fatal]
si lo arrullas, lo crías, le brindas tu seno
en tu fétida bolsa y en cada mañana del
desayuno…”[4]
Es
que Gabriela Podestá Sánchez, sigue el camino eterno y místico que también se
le presentó a Gustavo Adolfo Bécquer cuando nos dice: “Podrá no haber poetas; pero / siempre Habrá poesía…/ …Mientras la
ciencia no alcance / Las fuentes de la vida,…/ …; Mientras la humanidad siempre
avanzando / No sepa a do camina; / Mientras haya un misterio para el hombre, /
¡Habrá poesía!”[5]
Pero este romanticismo, lleva la
marca de lo trágico, la ausencia del ser a quien se adora, al que no se ve…
Entonces la poeta, en este caminar con “los ojos como corazón torpemente asustados”[6] deja los límites de la condición social y se
declara amatoria de la Poesía:
“Por seguirte
dicen que somos de ellos: peatones
dicen los humanos que les pertenecemos
dicen que obedecemos a Dios
dicen que somos partículas como credo…[7]
“Madre
nuestra
como una esquizofrenia de zapatos sin rumbo
…
Abriste la
puerta
Y nosotros
como flecha
Devorando
como rito y animal nuestro destino.”[8]
“Seguirte…
como antiguo ritual soplando hojas de coca
comiendo ceniza en esta
necia urbe.”[9]
Es
así que la lluvia, sol, ciudad, artesanías toman un sentido gigante con respecto
a la vida y la muerte; entre lo asfixiante y lo libre, smog e inspiración,
claxon y verso…
Este poemario entonces se convierte
en el desencanto y la necesidad de descubrir la belleza en lo
crudo-rápido-frustrante que ha hecho su hogar en estos tiempos actuales, en
nuestro entorno, en nuestro quehacer, en nuestro hogar; en la luz enferma que
alumbra cada día. Por lo que, en este texto, el cambio y lo novedoso, se
disfraza en señalar lo que nos ocurre en este ocaso social que alumbra nuevos
tiempos y coyunturas; es pues un ramo de flores en el camino que ha escogido,
la Poeta, como es el de la Poesía, en un entorno melancólico y corrosivo de
lluvia ácida.
En: Ojos de Clío, revista
interdisciplinaria de Historia.
Año 2, Nº3,
Arequipa, Septiembre, 2012. pp. 157-160.
[1] Poeta, investigador, Crítico literario y; gestor
cultural de la ciudad de Arequipa. Fundador y Director de la revista Enroque y más Versos. Co-editor de la
revista Ambedue. Director editorial y
de Producción de la revista interdisciplinaria de Historia Ojos de Clío.
[2] PODESTÁ SÁNCHEZ, Gabriela.
POESÍA Y URBE (parir entre ácida lluvia).
Ambedue: Arequipa, 2008.─ Prólogo del Dr. Xavier Bacacorzo.
[3] Ibídem. p. 10.
[4] Ibídem. p.16.
[5] BECQUER, Gustavo. Rimas. Buenos Aire: Editorial Sopena Argentina S.A., 1958. pp.
21-22.
[7] Loc. Cit.
[9] Loc. Cit.
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