lunes, 10 de febrero de 2014

Ursula Podestá Sánchez, la poesía embravecida; y, Prólogo del Dr. Tito Cáceres

Ciudad / Pata roja
(cuchillos como serpientes de saliva)
de Ursula Podestá Sánchez.

Título: Ciudad / Pata Roja (cuchillos como serpientes de saliva).
Autor: Ursula Podestá Sánchez.
Editorial: Ambedue.
Ciudad: Arequipa.
Año de publicación: 2007. 
Género: Poesía.
Medidas: 20,65 x 14,55 cm.
Encuadernado: Engrapado.
Nº de páginas: 30.


1

ILUMINACIÓN (lenguaje feo)


Confesión

"1 Te quiero y me entrego a la sal
 2 al mar y sus venas que destripan a los espermas
 3 Ya no más el pellejo de la flor con sus grafías
 4 La nostalgia cojea, como en tiempos de guerra
 5 ciudad/humo, introducen sus ojos a mis ojos enamorados" 
        (Podestá Sánchez, 2007, p. 4).


La Lengua

"6 Ya nadie tiene su propia brújula, sólo hay moscas
 7 quién osa contener nuestras emociones, el instinto Mónada?
 8 muertos salimos casi siempre por la boca
 9 para ser amiga, has hecho un hogar donde envejecernos
10 un rincón desnudo, un barro que necesita menos sol
11 una metrópoli donde nuestra sed no se agrave
12 un inmenso patio para conversar de lejos con la locura
13 Fuimos gritos golpeados por tus sacerdotes / porque
14 construimos un barco pirata para nuestras sensaciones
15 nos hicieron como al ronroneo y a la lisura: ventana rota
16 Cielo de espejos y coágulos han atrapado nuestra estrella
17 sólo nos queda la oscura hora de los átomos
18 el salir a buscar a algún combatiente
                 amigo
                           en los 
                      basureros" 
       (Podestá Sánchez, 2007, p. 5).



La Ciudad

"67 Oh hogar! Hogar…
   tus muros de sillar no bastaron para protegernos
 68 la inseguridad nos hizo lenguaje, cementerio y letreros
 69 alguien o algo rompió las ofrendas de los ancestros
 70 y nos transfiguró en “alienígenas” de la niebla
 71 Oh hogar! Hogar…
los textos no ablandaron las entrepiernas ni los corazones
 72 fuimos como el teléfono arrojado a las torrenteras
 73 palabras para la Civilización
 74 palabras
 75 fuimos, el hilo roto de la cometa que los niños persiguen" 
        (Podestá Sánchez, 2007, p. 7).




2

AMARGA BOCA (el ave de sangre)


Rebelde


"44 ¿Hacer? / ¿Abandonarnos a qué?
 45 La cotidiana entrega: síntoma primero (lame mis huertos
     la historia
     las prohibiciones)
 46 Nosocomio / laberinto / el maniquí que señala al reloj
 47 paso invisible y dejar nuestro reflejo en las paredes
 48 Esta ciudad necesita otra luz para ya no ser ciudad
 49 Ah, las quejas toman la figura de lo ortodoxo
 50 Ideologías hundiéndose como barcos prehispánicos
 51 como la leche y la jarra rota
 52 Espíritu, jungla de inocencia, a dónde te diriges
 53 Ay! Cómo no lastimar a los amigos
 54 Cómo, si cuando la saliva es limpia (les sangra la nariz)
 55 como infancia de ojos rajados



Coa

56 Nos evapora el Sol y el dialecto de la lluvia
57 nos hace nube como el hambre que proviene de la vida
58 luego caer, mordiendo la tierra mientras nos ensanchamos
59 invadiendo labios para sembrarnos como árbol, río u animal
60 para tener como rostro un surco de piedra serpenteante
61 para vivir y morir en cualquier estación" (Podestá Sánchez, 2007, 11).



3  

LA QUERIDA CIUDAD (sucesos)


URBE Y DESIERTO (cavilaciones)


"11 Del poder, lejana mi emotividad de tus placeres, mi boca desprecia el sabor de la gloria como el orín. Lejano mi pensar, el llanto ahogándose de asco (porque el humano alaba su voluntad y su momento). Lejana la Biblia, el credo del cínico y del espiritual pagano. Lejano mi paso de los países ambiciosos (de los que celan a su mujer y pernoctan en los burdeles). ¿Dónde mi dolor?, lejos de tu burla y de la ingenua humanidad que no abre los ojos, lejos de la conciencia y de la cultura que me deprime, lejos de mi hogar que ha sido invadido por el tiempo y las preocupaciones (exactas del sistema, por la pluma en la nariz que ha estornudar nos obliga). Lejos del trabajo y del dinero, que nos vuelcan a miserables objetos productivos.



12 Femineidad, te has olvidado de la fuerza de tu existencia, de la energía externa y amorfa de multiplicar el todo. Oh mujer! Tu esencia de universo la has perdido, sencillamente elegiste ser mujer (y la cagaste!): falda corta (movimiento de fertilidad), boca pintada (acción de celo), maquillaje (negación de tu forma). Te das el derecho de traer vida. Lejos también, de estas criaturas de cartón y hule que olvidaron ser animales. Lejos. Lejos. Porque los conspiradores prometeicos han muerto y la industria de los autómatas no puede ya parar. 
Femineidad, tus portadores te han olvidado, como una vasija prehispánica en un museo francés, para nunca más portar el agua de los ríos. ¿Cómo hablar de ti, espíritu  masculino? , si todo aquí se ha vuelto un cruel olvido.


13 Se agigantan los géneros, las historias, los cortejos. Se empequeñecen las ropas, la amistad, los espacios (los beodos salpican su esperma entre las uvas, los dedos agrietan los muros, el viento se hace gemido ronco, desnudes de laguna, piedra resbalando: por el cielo / deseo de sudor y río, de acera y vómito / de ventanas con ojos de intriga… Explosión de deberes!
La soledad y el vértigo entre el Sol respirando el vino dejado sobre los cuerpos).


14 Los sabios hablan de Amor mientras sí y sólo sí orinan en las puertas del palacio de justicia.

Ciudad, tus hijos se han vuelto tus proxenetas.

País, tu Dios extranjero te huele como si apestases (y tu nación te corta las tetas y las oculta en su jardín, egoístamente para que se pudran).

Planeta, los humanos con su “inteligencia” ¿qué han hecho de tu vida?" (Podestá Sánchez, 2007, pp. 15-16).





PRESENTACIÓN
Por. Dr. Tito Cáceres Cuadros.


Abrir un poemario es, a veces, una caja de sorpresas porque es el reino de la subjetividad, allí se encuentran inmersos sentimientos y deseos, expresados, casi siempre, con mayor vehemencia que reflexión, y esto es valioso para el lector simple y más aún para el ojo crítico que trata de ver más allá de los juegos retóricos o las combinaciones atrevidas o selladas por un hermetismo anti-confesional.
Ursula Podestá Sánchez, ha venido publicando poemas sueltos o engarzados en colectivos de poesía o revistas que alcanzan a imponerse lentamente entre los cultores de extraños lirismos, pero que lamentablemente no llegan al gran público. En esta ocasión nos encontramos con Ciudad / Pata roja (cuchillos como serpientes de saliva), título que entraña una doble paratextualidad, primero porque la doble alusión a Ciudad, pareciera sumergirnos de lleno en vocación urbana de la poesía contemporánea, pero Pata roja no lleva al plano de la Alusión más que fortuita y; el paréntesis funciona como quería Genette, la designación de “las relaciones del texto al fuera del texto mismo”. Este paratexto que comprende lo escrito y las imágenes se presentan en el texto como parte de un conjunto heterogéneo,  que cumplen una función anticipadora de lo conceptual y la formalidad en la que se envuelve o adosa.
Leer este pequeño libro es ver cómo los títulos definen de antemano la sucesión de imágenes que se desgranan como escamas o costras que van revelando una desazón de vivir, de confrontar la realidad y confrontarse con los sentimientos paradójicos, pues a veces asumen recuerdos familiares o infantiles, otras el amor tiene furiosas connotaciones y no pocos atisbos filosóficos. El léxico se satura de referencias corporales, míticas o veladas alusiones al propio estatuto poético, cuando no de elementos contextuales donde la urbe bullente y caótica se impone como una visión deprimente, como una antítesis entre lo desértico, generando espejismos como falsos oasis de bondad o humanismo y una realidad cuya sordidez afecta la visión del poeta.

Vocablos como abandono, soledad, sin memoria, nosocomio, laberinto o silencio; nos llevan a postular que el sello definitivo o la marca que se impregna en el opúsculo, compuesto de cinco partes numeradas y tituladas, incluyendo un Colofón, es la Melancolía (Bilis Negra de los filósofos o Sol Negro de Nerval y su Desdichado). De allí que la vocación de Ursula se acerque a la tropología surrealista, porque en sus combinaciones de figuras casi siempre insólitas se preludia un automatismo que nos obliga a pensar en un azar prodigioso, cuyo resultado es la imposición de alegoría continua, donde los dobles o múltiples semantismos se nutren de la paradoja o la antítesis. Esa riqueza de insinuaciones reduce los desajustes sentenciosos en que parece perderse cuando expresa los males de la ciudad o el progreso contaminante, que ella expresa: “aunque me ahogo en este mundo quiero sonreír”, por eso su poesía se eleva despreciando la indolencia hasta la rebeldía: “Seré tu boca insolente frente al tiempo”.
Auguramos que la senda escogida por Ursula la ha de llevar del “pegajosos asombro a la golosa contemplación”, que definirá su poesía continuamente.


Tito Cáceres Cuadros.
Escritor, ensayista, Antologador, Crítico de Arte, Catedrático principal
                                                                                                  en la Facultad de Filosofía y Humanidades (UNSA).

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