lunes, 10 de febrero de 2014

Sed como males sociales de la poeta precoz de Arequipa, Gabriela Podestá

Sed
como males sociales
de: Gabriela Podestá Sánchez
Por: Dr. Xavier Bacacorzo.
Título: Sed como males sociales.
Autor: Gabriela Podestá Sánchez.
Editorial: Ambedue.
Ciudad: Arequipa.
Año de publicación: 2010. 
Género: Poesía.
Medidas: 20,4 x 14,55 cm.

Encuadernado: Engrapado.
Nº de páginas: 40.


En el presente conjunto de poemas Sed como males sociales, a primera lectura parece anunciarse un   c   a  o   s…
La joven poetisa arequipeña, de dieciocho años de edad, acrece en esta su tercera entrega, a la manera de antiguos cultores de la frase y poesía racionalistas, la figura comparativa; p. ej. “como”, personaje adverbial ubicado entre dos expresiones (ideas y objetivos, o a la inversa) que, en Gabriela Podestá Sánchez, casi siempre y para sus fines social criticistas vale más que la metáfora. No lo dice, sin embargo, si el lector rastrea encontrará que “como” se halla en todos los capítulos del poemario, incluso en el mismo título “Sed como males sociales”.
Viene a mi memoria el nombre de Ortega y Gasset. Sin querer recurrir al viejo y manoseado historial que en libros y revistas señala la respuesta de Ortega quien a todos los vientos, en 1925, declaró, como buen conservador, que lo más saltante de los gestos de vanguardia se halla en su “deshumanización”…
La explosión vanguardista en las letras y artes del siglo XX y su indetenible continuidad hasta nuestros días, casi borra, dicha explosión, reitero, de la memoria de entonces y décadas siguientes al ortegueano español estancado en su siglo.
En el caso concreto del poemario en análisis, muchos ejemplos dejan de lado y bastante lejano aquello de la exagerada “deshumanización en la literatura”…
En Gabriela, la cámara oculta en su dolor humano dispara esta imagen
“La miseria crepita en los huesos de los niños
y ustedes no hacen nada
como quienes cruzan los brazos y espían nuestra pena”.
Sobre los impuestos
“Hay que preñar a las ciudades con smog
Privatizarlas hasta lo subterráneo
arrancarles más como proxenetas
más pagos, más arbitrios, más IGV
para que nosotros no padezcamos de hambre”.

¿Más ejemplos carentes de humanidad y dolor?

Finalmente, con brevedad, pero en forma contundente, detecto que todo el poemario expresa, capítulo en pos de capítulo (El artista; Hijos de la Patria; Los derechos humanos; Hogar; Entre lo doméstico y el mar; Contrabando; El Narcotráfico; Los padres de la patria; Delirios y Poder; tumores; Globalización=Monocultura; Medios de comunicación; Corrupción; La promesa del cambio; El futuro; Banderas; etcétera), una irreductible y ejemplar vocación hacia la denuncia social. Sin escapismos ni anudaciones trópicas dice verdades de nuestros días conflictivos en lo social, político y económico. O sea que, la joven autora, ofrece a sus lectores poesía comprometida sin medias tintas.
La poesía de vanguardia debe cumplir con el mandato más justo que es el de comunicar… hacerse entendible sin renunciar a la calidad artística; entendible sino a todos por lo menos a gran número de lectores u oyentes, aparte desde luego de auténticos críticos y poetas sin arreglos de acuerdo a las circunstancias.
Muchos autores de versos, de distantes generaciones, vienen penetrando con espantosa ingenuidad, y juegos sexuales, en los espacios del inhumano Neoliberalismo económico que desde hace años debutó con la máscara de “Globalización”. El suscrito en oportunidades diversas: ya en conferencias y entrevistas, ya en libros, revistas y prensa escrita, desde inicios del actual siglo viene denunciando a este enmascarado peligro.
Este poemario, consecuentemente, además de claras expresiones de razonamiento, y para honda satisfacción de Gabriela Podestá Sánchez, también comunica sentimientos.
Y nada de permitir la infiltración de la acostumbrada sub-literatura.


Arequipa, Perú, marzo 2010.

DR. XAVIER BACACORZO*

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*Se graduó de Doctor en Letras en 1962. Catedrático Principal de la UNSA. Poeta laureado en Argentina: Tucumán 1966 y, Buenos Aires 1984. Medalla de Oro por la Escuela de Bellas Artes “Carlos Baca Flor” en 1952. Crítico de Arte y Literatura.

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