lunes, 10 de febrero de 2014


M u r o
de: Gabriela Podestá Sánchez
Por: Orlando V. Bedoya Pineda




Muro es un poemario novedoso, nivel de crítica y de contemplación a las nuevas formas de comunicación que realizan las redes sociales virtuales.
Es un poemario de link dispuesto a entablar comunicación sobre diversos temas en diversos planos de espacio y tiempo.
Nos trae la apertura delicada, casi vencida por la melancolía o desidia de estar en dos planos de realidad que ahora sólo son uno entre la cotidianidad y las plataformas virtuales.

Hoy la casa es un circo de humanos virtuales.[1]

¿Cuándo puede valer la verdad si el interés del hombre se encuentra en el desgarro de querer comunicar?
Burbujas de realidad, mallas invisibles son lanzadas desde pequeñas ventanas hacia nuestra sociedad…

Era para cuando los patios fueron ecos en el Sol
niñez
ladrido
maletas donde me escondí
y la rabia se embarcó sola a mi lado
caí [2]

Celdas donde nuestra libertad de elección nos hacen presos, esa es la premisa: conciencia de cautiverio.
Muro es la elección dinámica de agilizar las noticias, las invitaciones, las protestas, el juego de iniciar debates, de lanzar la queja sin pudor, oportunidad de construir una realidad o de colorearla. Muro es la explicación y evidencia de un momento o coyuntura. Puente de mil voces e historias.
Es así, que el lenguaje será más libre, directo, encantador y brusco… un estilo sutil-agrio-dulce emana entre cada verso. La dislocación es amalgama visual y de significado, y no de lectura literal, sino de sugestiva reflexión.

El planeta es un invernadero
conserva recuerdos italianos
que pelan el esqueleto de la modernidad
alguien cocina el viernes para comer el jueves
el jueves para llegar a misa
el miércoles para traer hostias
alguien dice que nuestras vísceras son para semana santa
─ Las velas en un plato.
─ Pero la mesa es leña y fuego que alcanzan mis ojos.
El planeta es un invernadero
y amenazan con cerrarlo…[3]

Gabriela muestra un estilo ágil y denso, nos recuerda a las lecturas de lo absurdo, a risa melancólica de los Poemas en Prosa de Vallejo, y, la proclama social y del poeta en los versos de León Felipe; entretejidos con los enfoques de comunicar y de hacer lectura de despertar existencial, no superpuesta por la pesada retórica, sino, una propia.

Cristo poeta
Ácidos pescados
tus huesos
sol y vinagre
tu amor cansado

tu voz un inmenso viento mareado.[4]

Hay que reconocer y felicitar el trabajo poético de Gabriela Podestá Sánchez, trabajo que permite intersecar varios temas como único contenido. Poemario que refleja, una vez más, los invisibles cambios sociales a través del adelanto tecnológico y la comunicación; pero que no esconde, la poeta con ingenio, la denuncia a los peligros de estos elementos hacia nuestra cotidianidad y la memoria.

Algo ingresó por la ventana y no querrá salir por la puerta
Hay un niño
Hay una santa

Avanzamos a lomo de elefante o de sapo
nos miran
  
   ─ ¡Publicidad!
   ─ ¡Sueño monetario!
   ─ ¡Ciudad!

Nuestra generación perece a pasos agigantados.[5]


Orlando V. Bedoya Pineda.[6]
Arequipa, 7 de julio del 2012.


[1] PODESTÁ SÁNCHEZ, Gabriela. Muro. Ambedue / Vol 1, Nº 3, Septiembre 2012, Arequipa. p. 15
[2] Loc. Cit.
[3] Ibídem. p. 16.
[4] Ibídem. p. 20.
[5] Ibídem. p. 24.
[6] Poeta, investigador, Gestor Cultural de la Ciudad de Arequipa. Director y editor de la Revista de Creación Literaria Enroque y más Versos, Co-editor de la Revista de Difusión Científica y Humanidades Ambedue. Director de Edición y Producción de la Revista Interdisciplinaria de Historia Ojos de Clío.

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