TIEMPO CIRCULAR
del poeta
Augusto Vicente Otazú
Por: Mario Carazas Conde.
Título: Tiempo Circular.
Autor: Augusto Vicente Otazú.
Autor: Augusto Vicente Otazú.
Prólogo: Mario Carazas Conde.
Editorial: Enroque y más Versos.
Ciudad: Arequipa-Lima.
Año de publicación: 2014.
Género: Poesía.
Medidas: 20,3 x 14,6 cm.
Encuadernado: Empastado.
Nº de páginas: 60.
Nº de páginas: 60.
TIEMPO CIRCULAR, MÚSICA ELECTRÓNICA, ARTEFACTOS HEDONISTAS,
ROBOTS
NARCISISTAS
Seres evasivos y abrasivos pululan en estas
páginas, seres que revientan de vitalidad, antes de ser reventados por la
muerte, esa compañera paciente que espía y ronda en cada esquina, en cada verso
que el autor proyecta. La evasión y escapismo de esta realidad, de esta ciudad
se ve plagada de música electrónica, computadoras y artefactos hedonistas. El
narcisismo de una generación auto declarada inocente, pero sumisa a los
designios y ofertas de la civilización y el mercado.
Tiempo Circular se
inyecta de palabras pero también de ideas. En
este recorrido de excesos mueren los cristos incrustados en la realidad. Suda
sacrilegio y anuncia masacres, nada lo redime, todo está permitido porque
estamos derrotados de antemano. “Sin
embargo inesperada como la muerte limpiabas tu daga en mi lomo y me apuñalabas
una y otra vez cuando toda mi voz interior decía …te amo.”
El lenguaje poético es un mastín, un perro moloso
acosando, mordiendo tenaz y Augusto Vicente Otazú (AVO) tiene que recordarlo.
Pero ahí donde van corriendo lúdicos los versos aparece la voz en off del
filósofo, racionalizándolo todo. “No
tengo necesidad del Karma /la cabeza de Buda es demasiado grande”.
Hay un conflicto en Tiempo Circular, la rabiosa idea
enfrentándose al lúdico lenguaje, cuando el lenguaje toma posesión es cuando el
poemario fluye, pero cuando la idea (filosofar) se vuelve dominante es cuando
la poesía el fluido tiene problemas, se congestiona y atasca. En poesía se ha
de sugerir, pero no explicar. Pero AVO también logra buenos aciertos, logra
congeniar a ambas: lenguaje e idea, como aquel fragmento que reza: “y Dios se niega a mirarme/ ¿Cómo contemplarlo si estoy
apretado en mis malditos sentidos?” Acaso
los sentidos se vuelven paredes, muros infranqueables, aplastantes, el cuerpo
limitado, el envejecimiento, las mil y un maneras de morir. El misticismo
revienta en su cuerpo, el idealismo son esquirlas filosas para un no creyente o
como él mismo apunta: “balas ideológicas
en mi espalda”. Lastre para un hedonista.
“De nuevo nacerás de un vientre, de nuevo
te dispararás en la sien, de nuevo arribará esta misma lluvia, de nuevo harás
el amor…” en Tiempo circular, el nietzscheano
ha despertado, se despereza agitado de un mal sueño y apenas recuerda. No
intenta salvar ni adoctrinar, sólo se permite estar, dueño de su propia secta,
de su propia tabla de mandamientos. Dueño de sí, reclama adeptos para
sacrificarlos, reclama claridad para enturbiarla, reclama calma para
violentarla, reclama perdón para ajusticiar, reclama amor para engullirse de
él, reclama oídos para soltar alaridos. Finalmente reclama para sí el margen
del río, aquel del misticismo, donde cabe un reposo o se aspire al silencio
pero al mismo tiempo añora el otro margen: el de la locura, el desenfreno, la
falta de atadura y catadura moral.
Poemas como: El peor de los animales, Devoción y Crimen, Tiempo circular o Recuerdo
como los cuervos se la comieron, son composiciones con los que AVO dialoga
más con la poesía, porque les recorre un verso fresco, insolente y si cabe el
adjetivo: efectivo.
Mario Carazas Conde.
Poeta tacneño, autor de Gavrilo y los oficios
hostiles (2007) y, ¿Dónde están los bárbaros? (2011).
TIEMPO CIRCULAR
DEVOCIÓN Y CRIMEN
Tu
cuerpo es una catedral yo sólo derramaré
agua bendita en el altar,
Hacíamos
el amor tan puro que las rosas florecían
tan frescas, necesitábamos una copa de
vino para detener el tiempo y cuando era demasiado tarde me ahorcabas sin
compasión, gemías tan dulcemente que la
noche tímida se pierde con los tabúes buscando su fortuna fatal
En ese negativo ante mí, las flores se abrían sin descanso, sombras húmedas y palpitantes, apresadas en mi red
En
ningún lugar, amada mía, tendré un mundo, si no es dentro tuyo
No es que no te crea es que ya no eres la misma y tengo que
decidir entre el cielo o morir mil veces apuñalado
Nuestra
vida primor pasa transformándose lentamente y cada vez más insignificante se
desvanece…
De una vez por todas todo canto de amor se convierte
en una orgía de jazz
Me
enseñaste la fragilidad de cualquier límite
A besar tu crimen
Oír el sagrado perfume de
tu ser
A tomar tu sangre
Sonreírle al vacío para
recostarme contigo
A escuchar la carne
Sin
embargo inesperada como la muerte limpiabas tu daga en mi lomo y me apuñalabas
una y otra vez cuando toda mi voz interior decía …te amo.
EL
PEOR DE LOS ANIMALES
Al final de la luna roja naciste
Bestia de buenas herramientas
Buen
inventor narcisista
Entierras
a tus muertos y
ya no deseas resolver las
cosas con una sonrisa
Ostentas tu poder y majestad manipulando tu reino
Feroz imitador de Dios
Santo Inquisidor has quemado al señor o has borrado su nombre
Dios ha
muerto, lo has matado y te has embriagado con su sangre, lo has pisado en el
suelo y has escupido tu fe
Música electrónica, artefactos hedonistas, robots
narcisistas, computadoras
y mucho pero mucho licor
Ahora te sientes solo y vacío.
TIEMPO CIRCULAR
Preludio insípido de la muerte del
lenguaje y aquellos que quedan atrás nunca pueden entender por qué alguien querría
huir, (adoro la idea de largarme a Estambul, Praga o Lisboa)
Regresan las musas con
sus viejos y profundos amigos poetas
con el rostro estallado de heridas y el trasero lleno de semen
cada una de sus manos retienen un pergamino donde anidan
el sabor de lenguas muertas
con el rostro estallado de heridas y el trasero lleno de semen
cada una de sus manos retienen un pergamino donde anidan
el sabor de lenguas muertas
La música de cientos de
héroes, semidioses y ángeles
el calor de signos maltratados por el tiempo
el olor de otros idiomas que de golpe envejecieron
el calor de signos maltratados por el tiempo
el olor de otros idiomas que de golpe envejecieron
Mis sonetos no son como
las orquídeas más ebrias de Alemania, Argentina y Holanda o los maricas que se
abren a la sombra de tus tibias nalgas, ni como los poetas de mierda que tienen
miedo de sollozar y temen a frágiles puñales que decoran mi vientre
Los poetas no entienden que el lenguaje es narcisista y exageradamente
lúdico, que bordea sobre la línea de la muerte, se asusta y quiere llamar la
atención, se refleja en un espejo; para no ahogarse y para detener esa maldita
muerte, sólo tiene una puerta; el de encender un palo seco y alumbrar en sí
mismo su propia imagen dentro de un juego de espejos que no tiene límites
Regresan las musas con
estandartes
lastimadas por las orgías con poetas ansiosos por creerse el centro del universo
porque una especie de tradición nos hizo así
lastimadas por las orgías con poetas ansiosos por creerse el centro del universo
porque una especie de tradición nos hizo así
Intolerantes y emancipadores
El lenguaje a mis musas
las aparta de una oscura quietud
las aleja de la paz, las aleja de media docena de flores creadas por el ocaso
y un sofá voló por la ventana
una pared estalló como arena
un reloj quedó intacto, se paralizó y de pronto empezó a funcionar
una llama púrpura ardió por la eternidad
tan sólo prendí un cigarrillo
de alguna manera las necesito ahora malditas musas
El poeta quemándose es consciente que todos los átomos que componen el mundo es
finito como el tiempo, pero hay un tiempo circular que no podemos escribirlo y
que trata de sobrevivir con un número finito de vocales, el poeta moribundo se
arrastra (aunque desmesurado al contemplar todo esto) por un número finito de
vocales, letras, sílabas, palabras y de combinaciones que al final sólo se
repiten una y otra vez
En un tiempo infinito, el número de los
laberintos posibles debe ser alcanzado, y el camino inevitablemente se repite
los mejores a menudo mueren y los malos siguen en pie sólo para huir de
ese laberinto que es el lenguaje
De nuevo nacerás de un vientre, de nuevo
te dispararás en la sien, de nuevo arribará esta misma lluvia, de nuevo harás
el amor con la persona que menos imaginabas hasta el enorme desenlace
El planeta es un enorme poeta
incendiándose en lugar de belleza, mística, meditación o poesía, se ha optado
por la razón, el método y el poder
REBELDÍA, ESCRITURA, PROFETA,
ESPACIO Y ESPARTACO
Tu
vida está vacía,
Conozco los síntomas
Conozco los síntomas
Conozco
el escape lleno de pastillas (momentos pegajosos de placer)
No te
conozco y eso alegra mi vacío
Eres
Segismundo en mi sueño solitario
Eres
el hijo de un rey que nunca te amo
La
cabeza negra está lejos
Tu
celular roto en mil pedazos
La
música es violenta
Amas
dulcemente por crímenes en tu cama
En alguna parte un poeta piensa:
!Qué demonios hago acá!
En alguna parte un poeta piensa:
!Qué demonios hago acá!
¿Quién
entonces quiere el poder?
Crónico
y Absurdo, si el ser en sí mismo es voluntad de poder
la fuerza activa es nula en esta ciudad
la fuerza activa es nula en esta ciudad
La metafísica es voluntad/poder
Debemos asesinar nuestra esencia
Hacer resistencia y luchar
Pero preferimos ser como Calígula
Escribir, en nuestros días, se ha acercado
infinitamente a su muerte
Este rumor inquietante que en el fondo el lenguaje
anuncia cobija una serie de muertos con heridas sin cicatrizar
Cuando uno acerca un poco el oído, escuchará que la
realidad está en otro lado
Augusto Vicente Otazú (Tacna, 1981). Licenciado en Filosofía y Humanidades. Ha publicado los siguientes poemarios: Nihilismo, Divagaciones Existenciales; y, Los Vagabundos Inmortales. Además de publicar desde inicios del 2000 en diversas revistas locales poemas, artículos de crítica literaria, ensayos de filosofía existencialista y, de haber participado como ponente en varios congresos de Filosofía a nivel nacional como internacional.
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