viernes, 2 de enero de 2015

"Cuerpos Confinados" del poeta Óscar Saldívar Bolívar



Cuerpos Confinados
del poeta
Óscar Saldívar Bolívar
Por: Orlando V. Bedoya Pineda .

Título: Cuerpos Confinados.
Autor: Óscar Saldívar Bolívar.
Ciudad: Arequipa.
Año de publicación: 2014. 
Género: Poesía.
Medidas: 20,4 x 14,4 cm.
Encuadernado: Empastado.
Nº de páginas: 60.



Cuerpos Confinados[1]

“Cuerpos Confinados”, es el título del poemario, de reciente presentación, del poeta Óscar Saldívar Bolívar, que consta de 37 poemas, dividido en dos apartados troncales o principales.

Texto poético que sugiere, desde el título: exilio, destierro, acto y efecto de abandonar o alejarse de algo; en esta ocasión, del cuerpo que es un atributo material, sensual y/o plástico hacia ideales espirituales sublimes, mas no como acto en sí. Desde el título, existe la batalla de lo visible y lo no visible (forma y contenido). Es así que, Óscar, nos presenta, les decía, un texto de dulzura agrietada de desencanto e intertextualidad. Es una cosmovisión, que rodea al problema o al mismo título como “extinción del amor” con grito en lucha frente a diversas circunstancias sociales decadentes, conjugadas a escenas intimistas, y otras familiares.

Los apartados tienen una clara intensión de: el primero, mostrar un panorama general a especie de médula espinal o contexto general. Mientras que el segundo apartado, profundiza la temática primera en términos de soledad, vacío,… etc.; así se reflejan, como dos bien definidas secuencias o devenir entre poemas, ejemplo claro en los títulos del segundo apartado, que engloban al poemario, tratados en el primer apartado: balcones y tacones II, sueño rodado II, Vals II, cortometraje II, un puerto en el pacífico II (con Ángela)…

La construcción de la poesía de Óscar se refleja en las palabras que opta como fijación: perras, luna, rata, cielo, ciudad, rodado, patio, asfalto, tarde, tragaluz, gato, agüaita, corona, rodado, Lima, pulpo, país, puto, maldita, puerta, cagado, burdel, puerto, vulva, riel, huesos, iceberg, puente, túnel, lluvia; todas ellas que nos manifiestan entre versos la ironía, lo lúdico, y lo adolorido; conjugados con la memoria y la desilusión, la crudeza de la realidad; bien marcados entre citas bíblicas, cantos populares, títulos y versos de poemas, nombres de ciudades, films, nombres de plazas y calles, sin estar en ausencia la presencia de la ciudad de Arequipa.

No es de esperar, que la voz del vate nos recuerde al desarraigo de Jorge Eduardo Eielson, en su libro: “El Cuerpo de Giulia-no”

Por lo que, Óscar, en este nuevo poemario, nutre las sinestesias hasta que el lector se conmueva en diversos espacios urbanos, donde la responsabilidad se hace un tránsito de conciencia entre lo más sacro y la dureza hacia uno mismo. Rueda de muerte para volver a iniciar, vivencia en posibilidades de esfuerzo, sudor y anhelos.

"Cuerpos Confinados", no es poesía oscura, sino que entraña fina dulzura, ira y desilusión, dolor aconglomerado como muro que no se doblega ante la vida, sino más bien es trepado, por el poeta, ya con las uñas o con los dientes.
Orlando V. Bedoya Pineda.
Arequipa, 20 de Diciembre 2014.



I. BALADA DEL NARAYAMA

Ya tienes edad para morir
Quedarte quieto de una vez, sólido
O ligero
Ya no alzarte del sueño
Esas dunas donde deambulan tus restos
Ya no sostener
Dulcemente lo inútil
Transpirando el hedor y el dolor
Cuando ya no te habitan los astros
Ni los más vastos elementos
Esta última certeza
Que dejará de ser una certeza
Esta última mirada
Que viaja alrededor de la tierra
Ya tienes edad para morir
Recoge tus pies, tus manos, tus labios
Tus ojos rodaron
A dentro
Ya no el dolor, sólo el hedor y el sueño


IV.

Tu cráneo exhala volutas de mirra y enebros
Un lecho de cenizas

Los poetas no tienen primaveras, no tienen edad, no mueren
Comed y bebed todos de él

Máscaras tiene la noche, calles y puentes por donde va el amor
Sin saber a dónde ir
En sus orillas las ratas beben el éter de la metafísica
Rebaños desterrados del edén, pastor de ratas
Torrenteras tiene la noche, un traslumbrar de prostitutas
Doquiera alzándose   como lanzas o mástiles
En tu pecho está escrito
NO APOYARSE, EXCAVACION PROFUNDA

La luna es una madeja, despabila, difumina
Aliento y gozo
Entonces desnudos mostrarse, imperfectos, vulnerables
Así porfiados, febriles, confesos
Reminiscencias que nos hacen gesticular  
Exultantes y grotescos
Cuánta vigilia! Y al final extraviarse
Perderse en el ruido, cegados de luz, cagados asfixiarse


X. SUEÑO RODADO

Aún no conocías los océanos, pero una casa es un mundo
El cielo del patio fue tu primera lección de astronomía
Nuestra infancia es un lugar
De donde nunca nos hemos ido
Cualquier parte de la casa tenía dulces entresijos, entrañables
Dentruras donde nos escondíamos
Sin tregua, ansiosos y exultantes, felices hasta lo indecible, sí
Aunque yo siempre me portaba mal
Una vez rompí de un pelotazo el vidrio de aquel cuadro
Que contenía el retrato de papá
Me escondí nueve años. Pero tú conocías mi escondite
El cielo aquel, sus ojos
Varias veces me rompí la cabeza, me quemé las manos y los pies
Me torcí los pies y las manos, y más
Aletazos que escudriñaban y estrujaban palmo a palmo el mundo
Y así confabulados reíamos, desobedecíamos
Nos reconvenían con dureza, con ternura
Desobediente, sublevado, insurrecto un día me perdí
En un río de silencios
Este rumor, este rencor, este despeñadero
Mis pies emigraron
Para volver he desandado el curso de aquestos renglones
He tenido que porfiar tanto para entregarte estas palabras, hermano

Todavía se suspende aquella cometa que hicimos
Volaba tan bien que aun puedo ver nuestras caras con la boca abierta
Regocijados, perplejos 
Esa cometa es un meteorito de matara con rabera de trapo
Una frágil osamenta, tan dulce, tan dócil, tan oscura

En el descampado hay niñas que vomitan el vértigo de sus columpios
En ese terral pertenecemos a sendos ejércitos
Que colisionan, que se devastan; cuatrocientosmil golpes, esta furia
Guerreros inmortales, despanzurrados, somnolientos y rengos
Que colgarán sus arcos y sus corazas, esconderán sus pertrechos
Y sus caramelos, aliquebrados dormirán
Ebanistas de espadas, escudos y lanzas; parapetados, atrincherados
Estrategas de la conflagración, rapaces de sucias mejillas
Imberbes, procaces
Que hacían sogas y redes con sus bridas, cinturones y alpargatas
Corríamos en medio del fragor, entre los gritos y la luvia
Jenízaros de audaces bríos, alígeros
Una vorágine de algaras, hélices que arrancaban todo de raíz
Recias falanges de bestias
Resueltos en lances y emboscadas, raudos, anhelantes
Fulmíneos, más de ochocientas balas, desnudos en las hulleras
Arrebatos que terminaban en iras muertas
Varados, encallados en una carretera de gargajos
Sonrientes demonios que exudaban hasta quedar esmaltados, ungidos

Habían dientes de sable que sinuosos acechaban
Antílopes que corrían y saltaban, nerviosos rumiantes
Efímeros en la espesura de las zarzas, lienzos y pilastras
Y el cierzo cortaban, los riachuelos y las matas
Crujiente tronchar que zarandeaba el rocío y la hojarasca
Y el polen cernía
Por eso mejor sigamos jugando nomás
Mira, ya viene ella, y sonreía, está sonriendo
Ya ves lo que te dije, no es tan tarde, solamente miedo tú tenibas
De regreso a casa tú vas en su espalda y yo camino a su lado
Aferrado a una de sus manos
Ella guardará nuestro sueño con mantas, cuentos y almohadas
Su mirada es una constelación
Traslumbran las lámparas y de las tinieblas surgen
Aeroplanos, barcos, locomotoras; unicornios, centauros, esfinges
Tambores, bayonetas, cañones; caballos, estandartes, legionarios
Cantos, avatares, un llanto rodado


XXVII. UN PUERTO EN EL PACÍFICO II  (con Ángela) 

 En ti habitan lentamente las horas
Tus pies se hunden en la noche
Tu cráneo se llena de algas
Arena y espuma
Tus ojos siguen el curso de los astros
Tu cuerpo escarbado
Zanjas de piedra
Se pudren las horas
Detenidas en el acantilado y en el musgo
Noche de vastos escombros sobre un cuerpo desnudo
Maretazos que arrastran tus entrañas
Como el mar habitas lo entrañable
Latente y profundo
Latente como un recuerdo
Profundo como el olvido
A veces la marea te abandona a tu suerte
Confinado en tus silencios
Desolado en tus cantos
Tuslabiosrodados
La luna te trae floraciones y endechas
Las olas te traen la muerte

La luna menstrúa
Cuerpos que orean sus vísceras
Como poemas aún no resueltos, que se resisten
Que se sublevan al temblor disidente de unas manos
Albordedequécumbreoacantiladopernoctanesoscuerposdevastados



 [1] Oscar Saldívar Bolívar (Arequipa). Estudió Literatura y Lingüística. Segundo premio en los juegos Florales Federico García Lorca de la Facultad de Filosofía y Humanidades (1998); y otros reconocimientos a nivel nacional. Junto a Alex Medina Ch. y Hermes Basedán consolidan la agrupación ORGIOS y la revista del mismo nombre (2001-2002), quienes organizarán polémicos y escandalosos recitales con elementos de art povera, logrando alcanzar la publicación de tres números. 
Obra Poética: Hemiplexia (2002). Concierto par Dulcinea (2003). Sangría (2003). Hábitat Trashumante (2007). Cuerpos Reptantes (2009).

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